Mensaje del gobernador Carlos Joaquín, en la sesión del Congreso del Estado, con motivo del XLV Aniversario de la Creación del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo
Chetumal, Quintana Roo, 8 de octubre de 2019
Buenos días, saludo con mucho afecto al señor diputado Erick Gustavo Miranda García, presidente de la Mesa Directiva del primer año de ejercicio constitucional de la XVI Legislatura del Honorable Congreso del Estado; al diputado Edgar Gasca Arceo, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de esta XVI legislatura; a las diputadas y los diputados de la XVI Legislatura del Congreso del Estado, gracias por recibirme aquí en el Congreso.
Saludo a los diputados federales por Quintana Roo: diputada Patricia Palma y diputado Luis Alegre. Saludo a los señores diputados constituyentes don Alberto Villanueva, don Mario Ramírez Canul y don Gilberto Pastrana, y a los diputados de legislaturas anteriores. Saludo al magistrado José Antonio León Ruiz, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado; a los magistrados consejeros del Poder Judicial; a los magistrados del Tribunal Electoral y a los consejeros del Instituto Electoral de Quintana Roo. Saludo a los exgobernadores don Jesús Martínez Ross y don Joaquín Hendricks Díaz.
Saludo al general de brigada Miguel Ángel Huerta Ceballos, comandante de la 34 Zona Militar, y al almirante José Luis Vergara Ibarra, comandante de la X Región Naval.
Saludo también al vicealmirante Eduardo Rojas Pineda, comandante de la XI Zona Naval; al general de brigada don Esquivel Mondragón Rivero, comandante de la X Brigada de Policía Militar y coordinador de la Guardia Nacional en el Estado; al señor coordinador de los programas del Bienestar del Gobierno de México Arturo Abreu; al señor representante del expresidente Luis Echeverría Álvarez , coronel Jorge Nuño Jiménez; a los señores creadores de la letra y la música del “Himno a Quintana Roo” don Ramón Iván Suarez Caamal y Marcos Antonio Ramírez Canul.
Saludo a los señores presidentes municipales de Bacalar, Benito Juárez, Cozumel, Felipe Carrillo Puerto, Isla Mujeres, José María Morelos, Lázaro Cárdenas, Othón P. Blanco, Puerto Morelos, Tulum y Solidaridad.
Saludo a los señores dignatarios mayas, generales, sacerdotes y jueces tradicionales.
Saludo al comisario Juan Manuel Ayala Guarro, comisionado de la Policía Federal en el Estado. Saludo al fiscal general del Estado Óscar de la Oca. Saludo a los cronistas del estado y a los funcionarios federales, a compañeros del gabinete estatal y a las autoridades municipales, a los integrantes de los diferentes partidos políticos, cámaras empresariales, empresarios, asociaciones civiles, rectores de las universidades del estado, amigos de los medios de comunicación, señoras y señores. Saludo también al cónsul honorario de Belice en Quintana Roo don Luis Gilberto Maldonado Montero.
Señoras y señores:
Me es muy grato estar aquí nuevamente con todos ustedes celebrando estos primeros 45 años de vida de nuestro querido estado de Quintana Roo.
Lo hago con la alegría de un nuevo aniversario que, sin duda, nos trae importantes motivos para celebrarlo.
La historia nos convoca permanentemente a la memoria, al recuerdo colectivo, y ese recuerdo es el que construye la identidad, nuestra identidad como quintanarroenses.
Éso es lo que nosotros tenemos que rescatar en esta fecha, ese deseo de libertad que impulsó a nuestros pioneros para que esa libertad sea una constante en nuestra vida y debemos trabajar permanentemente para defenderla.
En estos 45 años, nuestro estado nos ha dado mucho y debemos reconocer que de aquel territorio donde estuvo el primer poblado maya, el primer punto de México pisado por los europeos, el lugar de nacimiento del primer mestizo, y el lugar más inhóspito, escondido en la frontera sur de nuestro país a fines del siglo XIX, hoy es el líder del turismo mundial. Hemos recorrido un largo camino y falta todavía mucho por andar.
Es muy importante lo que se ha logrado, comprendiendo que nuestra vida institucional no ha sido simplemente una estadía del paso del tiempo.
En estos 45 años de vida independiente, libre y soberana, como lo dice nuestro nombre, hemos construido, desde la nada, un sentimiento comunitario basado en nuestras raíces y tradiciones, y hemos podido forjar una identidad quintanarroense que nos llena de orgullo y pertenencia a esta tierra, más allá de donde hayamos nacido.
Hemos sobrellevado muchos desafíos, algunos los hemos superado con creces, como nuestro gran crecimiento, y liderazgo en materia de desarrollo turístico e infraestructura.
Otros aún están rezagados y nos hemos propuesto como objetivo fundamental, en estos seis años de gobierno, generar las condiciones para cerrar las desigualdades y todo tipo de exclusión, principalmente en la zona maya y en el sur rural del estado.
Así lo estamos haciendo y necesitamos profundizarlo todavía más.
Estos caminos de construcción, de igualdad, de justicia social en una tierra que llegaba a unirse a la federación de la mano de muchas esperanzas, fue el sentimiento que tuvieron nuestros constituyentes y así nos lo legaron.
Todo lo que hemos conseguido en estos años en materia de desarrollo, todo lo que se ha logrado de la mano de dirigentes, empresarios, ciudadanos, iniciativa privada, inmigrantes, es hoy nuestro principal orgullo y esencia como estado.
Pero aún nos falta más, mucho más, para seguir sintiéndonos orgullosos.
En los últimos tres años, hemos recuperado dos condiciones impostergables para consolidar nuestros caminos hacia la madurez institucional.
La primera fue recuperar la libertad. La libertad de pensar, de no callar y de expresarnos libremente sin temer al yugo autoritario o del exilio por no pensar igual.
Y la segunda el devolverle la potestad a una ciudadanía que quería transformarse en una sociedad abierta, lo que significa encontrarse con el propósito de vivir una vida plena en democracia.
Estamos más que conscientes de que no lo hemos logrado del todo.
Por eso no estamos conformes, por eso trabajamos todos los días en la búsqueda de los mecanismos democráticos para consolidar nuestras instituciones, para acabar con la impunidad, para que cada hombre y mujer que habita en este estado se sienta libre, confíe en sus instituciones y comprenda que la democracia no es sólo libertad, sino también búsqueda permanente de la igualdad, la inclusión y el bien común.
Sólo así podremos decir que tenemos una sociedad más justa e igualitaria, que en definitiva es la respuesta que los quintanarroenses esperan de nosotros como gobernantes y nosotros sabemos perfectamente que es una realidad que definitivamente debe mejorar.
En estos 45 años de vida independiente es necesario comprender que, para seguir el rumbo trazado, no podemos refugiarnos en un pasado que ya fue y que muchas veces nos llenó de frustraciones.
Es imprescindible entender que es necesario actuar en el presente, pero con la mirada puesta en el futuro y sólo así, entendámoslo bien, podremos encontrar la forma de solucionar problemas que no se pueden resolver de la noche a la mañana.
Por eso insisto permanentemente sobre la necesidad de trabajar juntos, de hacer equipo y de dialogar entre oficialismo y oposición; dialogar entre el propio gobierno y la propia oposición, porque de ninguna manera, nadie puede sentirse el redentor de soluciones mágicas por el simple hecho de haber ganado una elección.
Hay que entender que tenemos que trabajar para mejorar a Quintana Roo y esto no es sólo un tema de los políticos y del gobierno.
Debemos entender que los problemas se solucionan entre todos, en la búsqueda de consensos, no en el disenso, porque si los beneficios son para todos, los perjuicios también los sufrimos todos.
Vivimos tiempos que nos obligan a encontrar los caminos correctos para llegar a un buen puerto.
Más allá de cualquier división, necesitamos fortalecer los acuerdos y orientar el rumbo sobre los grandes desafíos que tendremos como estado para los próximos años.
Debemos comprender que es a través del esfuerzo común cómo logramos encontrar la manera de resolver nuestros problemas comunes.
Así fue el sentimiento de quienes nos dieron identidad y nos llevaron a convertirnos en un Estado Libre y soberano.
Ellos sabían muy bien que nuestra soberanía tendría que estar basada en un conjunto de derechos sociales por los cuales estaríamos todos obligados a luchar, sin diferencia de pertenencia a sectores.
Desgraciadamente, esa visión republicana no fue interpretada por muchos, quienes no entendieron que el derecho de todos a tener una vivienda digna, la salud asegurada, la educación de los hijos garantizada y un ingreso adecuado para desarrollar y dignificar la propia vida significaba la prioridad y no el lucrar con el ejercicio de gobernar.
Es por eso que compartimos la necesidad de actuar con sinceridad y expresar nuestros logros y nuestras frustraciones, dejando para las minorías absurdas el uso de la calumnia y del manipuleo.
Hay muchos que no han entendido aún que la democracia no es una competencia por el voto, sino una forma de vida, una filosofía que nos debe obligar a trabajar por la dignidad de los quintanarroenses, a los que hay que darles mejores condiciones de vida, libertad y justicia.
Por eso nuestra vida institucional tiene que ser algo más que normas, leyes y formas de organización.
Debe constituirse en una cultura política, es decir un cuerpo de creencias sustentado por valores y expresado colectivamente a través de actitudes y conductas.
Debemos entender que necesitamos crear expectativas hacia un futuro estable y que no puede hacerse con instituciones débiles, con procesos económicos muy lejanos a la búsqueda del bienestar colectivo, con la falta de un marco de seguridad y con ineficiencias de gestión, que sólo generan mayor desigualdad en la sociedad.
En estos primeros 45 años del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo, yo les pido que todos comprendan que, en este tiempo que nos toca vivir, ser protagonista significa servir a nuestra gente y lo tenemos que hacer con todo nuestro empeño, capacidad y decencia.
Tenemos que entender que se avanza hacia una consolidación institucional cuando hay un solo patrón para medir los valores éticos y su responsabilidad civil; cuando cada ciudadano acepte que su futuro depende de su profunda reflexión y de su exhaustivo examen de conciencia; cuando todos nos decidamos de una buena vez a entrar en la historia asumiendo nuestras propias debilidades y nuestros propios errores.
Ésa es la unidad de que les hablo y pregono permanentemente, la unidad que necesitamos todos los quintanarroenses para poder entendernos más y mejor a partir de la palabra y de ideas claras, sin agresiones, sin descalificaciones y, sobre todo, sin discriminación.
Cuando ello suceda, no dudo que estaremos más cerca de encontrar nuestro destino como el gran territorio del sur de México que un día dijo PRESENTE y hoy se levanta con el orgullo de ser QUINTANA ROO.
Muchas felicidades en este 45 aniversario donde JUNTOS AVANZAMOS CON MAS Y MEJORES OPORTUNIDADES PARA TODOS.
¡Que viva Quintana Roo!