Me da gusto saludarles, estar en esta instalación del Comité Operativo para la Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales del 2022, saludarles a todas y a todos ustedes especialmente al comandante Roberto Pérez Cejas, general Roberto Pérez Cejas, comandante de la 34 Zona Militar, al vicealmirante José Ricardo Gómez Meillón comandante de la XI Zona Naval, al coronel Juan Ricardo Martínez Ledezma comandante del 46 Batallón de la Guardia Nacional.
Saludar también a la maestra Erika Ramírez, directora general de la Comisión Nacional de Agua en Quintana Roo.
Saludar a don Arturo Contreras, secretario de Gobierno y a todas mis compañeras y compañeros del gabinete del Gobierno del Estado.
Saludar a los presidentes municipales de Puerto Morelos, de Lázaro Cárdenas bienvenidos, directoras y directores de Protección Civil de los municipios de Quintana Roo, al señor Fiscal del Estado Óscar Montes de Oca, funcionarios federales, estatales, amigas, amigos mucho gusto en saludarles.
Pues e la instalación de un nuevo comité. Un año más en el que tenemos esta situación que año con año se nos da durante 6 meses del año tenemos la posibilidad de recibir tormentas tropicales, lluvias, huracanes que también hacen que tengamos toda una cultura, una tradición, un espacio también de atención muy, muy cercano a lo que es la llegada de cualquiera de estos fenómenos.
Somos un estado expuesto a sufrir permanentemente las consecuencias de contingencias, ya lo vivimos, lo hemos vivido directamente en los últimos años y hemos constatado también sus consecuencias.
Representa un gran gusto instalar este Comité Operativo Especializado en Fenómenos Hidrometerológicos y que estemos preparados ante cualquier posibilidad de entrada de alguno de ellos.
En los últimos años, los nombres de algunos huracanes se han quedado para siempre en la memoria de nosotros, como “Stan”, “Emily”, “Wilma”, “Dean” que reportaron daños muy cuantiosos de los que se tiene memoria en este estado y superaron ampliamente los costos de daños materiales por otros huracanes.
En junio del 2020, en plena pandemia, tuvimos a la tormenta tropical “Cristóbal” que provocó inundaciones, escurrimientos afectando a Quintana Roo, en comunidades de los municipios de Bacalar, Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, registrando más de 11 mil familias afectadas, 88 comunidades rurales, ocasionando pérdidas de más de 200 millones de pesos en cultivos y animales.
El paso de Cristóbal colapsó la infraestructura pluvial, dañó 350 kilómetros de caminos y puentes y además hemos visto también, no precisamente en esta temporada, los incendios forestales que han hecho estragos también en gran parte de nuestro territorio.
Durante la temporada pasada se combatieron 119 incendios con la afectación de una superficie de más de 44 mil hectáreas.
Estas emergencias han evidenciado que existen actores que siempre están dispuestos a trabajar por los afectados: los cuerpos de rescate, los bomberos, la Cruz Roja, la sociedad misma que se presenta siempre cuando se necesita de manera inmediata, nuestras fuerzas armadas, nuestras y nuestros policías que están al lado de la población en los momentos más críticos.
Por eso este Comité que ponemos en funcionamiento hoy, debe ser el brazo articulador para trabajar de manera coordinada y coadyuvar entre todos, el trabajo con todas las instituciones.
No podemos sentirnos ajenos o fuera de peligro ya que es inevitable que cualquier contingencia pueda aparecer de repente, especialmente con los efectos del cambio climático que está trastornando los ciclos naturales y la deforestación que agudiza los efectos de las trombas.
No podemos tardarnos una semana o dos para dar respuesta a lo que sabemos que es apremiante para las poblaciones afectadas. Los ciudadanos muchas veces se quedan sin techo, sin agua potable, sin energía eléctrica o sin comida no pueden esperar unos días a que su gobierno tenga tiempo para atenderlos o que les lleve el beneficio de algunos recursos.
Se merecen acciones prontas, expeditas, pero sobre todo efectivas.
En este sentido de pertenencia que resulta tener un gobierno incluyente, participativo y solidario, que es el que queremos llevar a cada uno de estos lugares.
No siempre podemos predecir cómo y cuándo llegará una catástrofe, pero sí podemos prepararnos para tener respuestas más pronto, más eficaces.
No podemos detener a la naturaleza, pero podemos mitigar los riesgos a través de la prevención, porque invertir a través de la prevención es la mejor apuesta que podemos hacer todos los gobiernos en materia de protección civil.
Para eso necesitamos la colaboración de todos los sectores de la sociedad, de los constructores, de quienes autorizan desarrollos en los municipios, de las autoridades que supervisan las obras, de la misma sociedad que se instala de manera irregular en cauces de ríos, zonas federales.
Necesitamos generar conciencia de que hacerlo puede ser muy peligroso y mortal para ellos y sus familias.
En Quintana Roo podemos decir que tenemos una cultura de la prevención. Desde hace tiempo que tomamos conciencia de la necesidad de estar preparados y nuestras ciudades y los gobiernos locales necesitamos estar listos para reducir riesgos y ser resilientes frente a estos desastres.
Entre más organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, organismos de los tres órdenes de gobierno, representantes de cámaras empresariales, vecinos, miembros de la comunidad, tengan conocimiento del riesgo, la vulnerabilidad y de la forma de manejar los impactos de las amenazas naturales, mayor será el grado de implementación de las medidas de reducción en todos los sectores de la sociedad.
Al compartir un propósito común y a través de los esfuerzos de colaboración, podemos garantizar una mayor prevención y un escenario más resistente a los impactos de las amenazas naturales.
Tenemos que anticipar, gestionar y reducir el riesgo de estos desastres, al igual que agilizar la creación o puesta en marcha de sistemas de alerta temprana y el establecimiento de estructuras de gestión, crisis o desastres específicos.
Hacer las ciudades resilientes es responsabilidad de todos y todas y todos debemos subir a bordo de este barco para asumir nuestro papel como parte de esta sociedad y contribuir a construir ciudades preparadas para mitigar cualquier percance ante algún desastre natural.
Y por supuesto, tenemos que trabajar, en primera instancia, en salvar vidas, posteriormente en cuidar la economía, el desarrollo del estado, la infraestructura y por ello, después del comentario que acaba de hacer el director de Protección Civil y de escuchar los pronósticos de la maestra Erika, de Conagua, pues entonces tenemos aquí un panorama mucho más claro de la necesidad que tenemos de tener refugios, hospitales y centros de salud listos, nuestras escuelas, estar preparados en aeropuertos, puertos, cuidar todo el aspecto turístico desde hoteles pasando por toda su infraestructura, la prevención a través de las diferentes dependencias de cada uno de los sectores que les corresponde estar preparados para evacuaciones de sitios donde haya mayor posibilidad de riesgo, de conocer cuáles son esas zonas de riesgo, de mantener información permanente y constante a toda la población y por supuesto en trabajar en la recuperación para evitar conflictos, conflictos de tipo social, económico, de seguridad, etcétera.
Es básica la coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, las Fiscalías tanto del Estado como General de la República, los municipios que son fundamentales para poder salir adelante y tantas dependencias que tienen que participar en este esquema de prevención como lo es el tema de la energía eléctrica a través de la Comisión Federal de Electricidad, el tema del agua a través de Conagua y los organismos de agua tanto CAPA, como Aguakán, mantener y revisar las zonas posibles de inundación, el trabajo que debemos de hacer policía, bomberos, todo el sector turístico, por supuesto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y Obras Públicas tanto del Estado como de los municipios en carreteras, caminos, puentes, la labor de todos los ayuntamientos y por supuesto mantener y estar preparados para abasto rápido de alimentos, agua en caso de ser necesario.
Entre otras cosas para prepararnos bien y estar atentos ante esta temporada que como ya vimos durante los años anteriores hemos tenido un buen número de impactos de tormentas tropicales, de huracanes y no están ahí, pero hacen falta las depresiones tropicales, las ondas tropicales y demás que también afectan de manera importante a muchos de los lugares del Estado.
Así que me da mucho gusto estar en esta instalación y que a partir de este momento pues tengamos atención especial sobre la posibilidad de llegada de ellos.
Estamos ya viviendo la primera parte de esta temporada y vale mucho la pena el tener atención y prevención para esta temporada.
Muchas gracias y bienvenidos.