Amigas y amigos:
Todos estamos conscientes que la pandemia del coronavirus ha transformado drásticamente la vida de todos.
Sin duda, hoy la prioridad es quedarse en casa y salvar vidas.
Pero en esa prioridad, hay también una realidad que debemos reconocer.
Quedarse en casa, no sólo significa salvar vidas, también puede representar un riesgo enorme, para muchas niñas, niños, jóvenes y mujeres que viven violencia en sus propios hogares.
Es el lado oscuro de la luna.
Sabemos que está allí, pero no le damos visibilidad.
La entidad para la igualdad de género de Naciones Unidas, mejor conocido como “ONU mujeres”, nos ha advertido, a los gobiernos de todo el mundo, que en contextos de emergencia aumenta el riesgo de violencia familiar.
La emergencia sanitaria que hoy nos aísla en casa, puede traer consecuencias lamentables si no actuamos para prevenir y atender la violencia familiar, conocida como “La otra pandemia mundial”.
Ese problema de salud pública que nos ha costado muchas vidas y que debemos solucionar.
Sabemos que el riesgo de sufrir violencia ante el aislamiento por el Covid-19 se debe a diversos factores:
• Incremento del tiempo de convivencia en el mismo espacio físico.
• Aumento del nivel de ansiedad, estrés y frustración.
• Las mujeres, niñas, niños, jóvenes o personas mayores no pueden pedir ayuda con tanta facilidad.
• La persona agresora actúa con mayor impunidad y mayor control sobre la víctima.
• Se dificulta la denuncia.
• Las repercusiones económicas de la contingencia recrudecen la dependencia de la víctima y potencializa la tensión al interior de la familia.
Cuando echamos a andar el programa de “5 por la tranquilidad familiar” dejé claro que no vamos a permitir maltratos, ni abusos en los hogares.
Ahora, junto con todo el equipo experto en el tema, estamos instrumentando el “Plan sin Violencia en Casa”.
El objetivo es proteger a las niñas, niños, jóvenes y mujeres durante su estancia en el hogar por la pandemia.
Opera en tres ejes, que son:
Uno: la prevención.
Dos: la atención inmediata, y
Tres: hacer justicia y reparar el daño.
En el caso de la prevención, destaca el proyecto “Estamos contigo” que ofrece las 24 horas del día la contención en línea a través de una red de especialistas en psicología de instituciones públicas y de la sociedad civil organizada.
Este equipo está listo para atender situaciones de crisis.
Queremos prevenir cualquier situación que atente contra la paz personal o familiar.
Quiero hacer un reconocimiento a todas y todos los profesionales que voluntariamente nos están ayudando en este proyecto.
La sociedad y el gobierno se los agradecemos de todo corazón.
También se ha difundido el uso de la aplicación móvil “Mujer siempre alerta”, monitoreada las 24 horas del día para la reacción inmediata ante casos de violencia.
Para la proximidad social, la Secretaría de Seguridad Pública, en coordinación con los gobiernos municipales, mantienen y mantendrán la cercanía con la ciudadanía.
Especial atención ponemos en las regiones donde se reportan recurrentemente casos de violencia familiar.
Quiero dejar claro que no consentiré ninguna omisión o acción policial violatoria de derechos.
En el eje de la Atención Inmediata, todas las instituciones que dan atención a las víctimas de violencia familiar, mantienen guardias presenciales y telefónicas para brindar de manera inmediata la ayuda psicológica, jurídica y de trabajo social que se requiere.
Ello implica un esfuerzo institucional enorme.
Participan la Secretaría de Seguridad Pública, DIF Estatal y los DIF municipales, y la Procuraduría de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes.
También destaca la colaboración del Instituto Quintanarroense de la Mujer y sus correlativos municipales, del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes y de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.
Siempre habrá una unidad de atención en tu municipio que podrá atenderte inmediatamente llamando a la línea telefónica de emergencia 911.
Te asistirá el Grupo Especializado de Atención a la Violencia de Género “GEAVIG”, asistido por un equipo multidisciplinario.
Además, contamos con albergues y refugios en el estado para el ingreso inmediato de quien así lo requiera.
En el eje relativo a las medidas de justicia y reparación del daño, contamos con la operación del fondo económico de ayuda inmediata, asistencia y reparación integral para víctimas de delito.
Para procurar justicia, la Fiscalía General del Estado, trabaja a través de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer, la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales, y el Centro de Justicia para Mujeres.
Para administrar justicia, trabajan los juzgados penales y familiares del Poder Judicial con perspectiva de género, y están atentos para valorar el riesgo de cada caso, y generar las medidas de protección en favor de las víctimas.
Para el agresor no habrá impunidad.
Quien la hace, la paga.
Cada uno tiene que hacer su parte.
Por ello, hoy me dirijo a las mujeres. Les pido no minimizar cualquier tipo de violencia, recuerden que su vida y la de sus hijas e hijos es muy valiosa.
Si no puedes hacer la denuncia, pide a alguien que lo haga por ti.
¡No estás sola!
Estamos listos para apoyarte.
También exhorto a toda la sociedad, a no solapar más a los agresores.
No más indiferencia ante el dolor de las víctimas.
No más violencia familiar.
Si queremos paz, nos ocuparemos de la justicia.
El rumbo es claro.
Debemos construir una sociedad libre de violencia y con igualdad de género.
Que el enorme reto que hoy se nos presenta con esta pandemia, sea una oportunidad para sacar lo mejor de nuestra esencia colectiva.
Dejemos huella en el proceso histórico de construcción de un futuro en paz.
Para que en esta difícil etapa, haya tolerancia y concordancia en los hogares, solo trabajando en equipo, ¡Juntos Saldremos Adelante!