Buenos días.
Saludo al diputado Eduardo Lorenzo Martínez Arcila, presidente de la mesa directiva del segundo año de ejercicio constitucional de la XVI Legislatura del Congreso del Estado.
Diputado Erick Gustavo Miranda García presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la XVI Legislatura del Congreso del Estado.
Saludo con afecto a las y los diputados de esta XVI Legislatura. Gracias por recibirme aquí en el Congreso del Estado.
Saludo al licenciado José Antonio León Ruiz, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y a las y los magistrados que nos acompañan.
Saludo a mi esposa, la señora Gaby Rejón de Joaquín.
Me da mucho gusto saludar a los ex gobernadores don Jesús Martínez Ross, don Joaquín Ernesto Hendricks Díaz y don Félix Arturo González Canto así como a don Carlos Mario Villanueva en representación del ingeniero Mario Villanueva Madrid.
Saludo al Coronel Cuauhtémoc Martínez Arriaga en representación de la 34 Zona Militar, al contraalmirante Francisco Figueroa Corona en representación de la Quinta Región Naval, al segundo inspector Cristhoper Armas en representación de la Guardia Nacional en el estado, a los presidentes municipales de Bacalar, de Benito Juárez, de Isla Mujeres, de José María Morelos y de Puerto Morelos que nos acompañan.
Saludo a mis amigos dignatarios mayas que nos acompañan también. Al profesor Marco Antonio Ramírez Canul, compositor y creador del himno a Quintana Roo.
Saludo también a don Arturo Abreu coordinador de los programas de Bienestar del Gobierno de México en el estado, al señor Fiscal General del estado don Oscar Montes de Oca, a mis compañeros integrantes del gabinete Estatal y también doy la bienvenida a los representantes de los medios de comunicación y a todas y todos los quintanarroenses que nos siguen a través de las redes sociales. A todas y a todos bienvenidos.
Me es muy grato estar aquí en el Congreso del Estado y develar hace unos momentos la estatua de don Andrés Quintana Roo.
No es fácil encontrar en nuestros días una personalidad tan brillante y tan atrapante como la de don Andrés.
Escritor, filósofo y político, su vida al servicio de sus ideales lo llevan a participar en el Congreso de Chilpancingo, y en 1813 lo nombran Presidente de la Asamblea Constituyente, la cual formula la Declaración de Independencia.
Es junto con Anastasio Bustamante, autor de la Constitución de Apatzingán en 1814.
El imperio de Agustín de Iturbide, en 1822, lo ubica como subsecretario de relaciones exteriores para continuar posteriormente una vasta vida pública como Magistrado de la Suprema Corte y Miembro Vitalicio del Congreso.
Quintana Roo fue un gran escritor, con una personalidad fina y de punzante pluma, de rica erudición y de un profundo sentido republicano.
Como hombre del derecho tenía muy en claro el valor del orden institucional y la necesidad de encontrar mecanismos de consenso para fortalecer la incipiente independencia de nuestro país.
Como todo personaje de su tiempo, estaba convencido, al amparo de sus ideas y de su lucha que el futuro de la vida institucional de México, del México independiente dependía de una visión de trabajo en conjunto y no de mesianismos fortuitos.
No es común en nuestros días encontrar una personalidad con ese temple.
Gobernar es escuchar, es ordenar y contemplar las distintas opiniones.
Si la política significa solamente que vamos a ver constantemente lo que nos separa, no conseguiremos nunca nada.
Tenemos que ver lo que nos une.
Ni el protagonismo ni la figuración son garantía de nada. La gente tiene necesidades y cansancio y entendamos que está enferma de palabras.
Gobernar es dedicarse.
Andrés Quintana Roo nos dio ese ejemplo, nos mostró el camino.
Muchos creen que el intelecto no se lleva con la política y eso sería desestimar su personalidad.
Debemos entender que la riqueza de la mente no está determinada por lo que se tiene, sino por la capacidad de multiplicarlo.
Andrés Quintana Roo sigue vivo entre nosotros. Vivo en el nombre de nuestro estado, vivo en cada parque, vivo en cada escuela, vivo cada vez que se reivindican los derechos del pueblo y de todo ser humano.
Está presente cada vez que se defiende la libertad, la democracia y el espíritu republicano.
Rememorar su presencia puede resultar común, pero los grandes mexicanos no son quienes nos dejaron una huella profunda en la historia de todos, sino aquellos que con su pensamiento y espíritu nos siguen iluminando el día de hoy y nos seguirán mostrando el camino del mañana.
Hoy 14 de octubre nos encontramos aquí en el Congreso del Estado para celebrar con especial sentimiento los 46 años de la creación de nuestro querido Quintana Roo. Lo hubiésemos querido hacer el mismo día de la celebración, el 8 de octubre, pero así como ha sido un año muy especial, donde esta pandemia de Covid nos trajo tiempos muy difíciles y cambiantes, el reciente paso del huracán Delta por la zona norte del Estado una vez más nos puso a prueba y pudimos sobrellevar, como lo estamos haciendo a través de nuestra historia, con la fortaleza y la tenacidad de no permanecer inmóviles sino de levantarnos después de cada caída.
Es por ello que en este nuevo aniversario del nacimiento de Quintana Roo debemos recordar nuestra historia los pasos que transitamos, reconocer en ella lo que fuimos y lo que somos para posicionarnos frente al futuro porque sólo incorporando nuestro pasado como huella de vida podemos delinear de manera clara el recorrido que necesitamos emprender.
Quiero nuevamente hacer llegar un mensaje lleno de sentimiento a quienes han contraído la enfermedad, a quienes se han recuperado, las lamentables pérdidas humanas ocasionadas y brindar nuestras condolencias a los familiares de las víctimas.
Asimismo hago una vez más el permanente reconocimiento al esfuerzo que tuvieron que hacer miles de héroes anónimos que trabajaron de sol a sol para salvar vidas y contrarrestar los efectos que causa hasta el día de hoy la pandemia y los fenómenos meteorológicos que nos acompañaron para lograr un saldo blanco durante el paso del huracán.
Amigas y amigos:
Son 46 años que cumplimos de una gran historia, la historia de muchos pioneros que decidieron arraigarse en este lugar, alejado del bienestar de las grandes ciudades y plantaron la fusión de la cultura y tradiciones mayas, con una identidad que se fue forjando de la manera más contundente que se puede hacer, viviendo, trabajando, criando a sus hijos y nietos y haciendo crecer a Quintana Roo día tras día.
Soy un convencido de que no hay forma de construir un futuro sino partimos de reconocernos en un pasado.
Hoy tenemos nuevas generaciones de quintanarroenses nacidos en esta tierra y también de muchos que de diferentes lugares del país y del exterior que han venido en búsqueda de un mejor destino para su familia, esa generación de jóvenes ya quintanarroenses es la que tienen que tomar la posta y construir el futuro que todos soñamos.
Por eso no va a ser posible si ellos no pueden conocer, reconocer y valorar lo que se hizo desde hace muchas décadas para que Quintana Roo pueda ser lo que es hoy, un estado pujante, líder del turismo internacional, que crece día a día y que busca el bienestar colectivo de su gente.
Necesitamos que cada uno de nosotros compartamos nuestras propias historias, que se continúe transmitiendo en cada rincón del Estado el amor por esta tierra que nuestros ancestros ayudaron a forjar, que nos ayuden a transmitir los valores que los jóvenes necesitan para tener como guía y como brújula para no perderse en una sociedad tan compleja como la que hoy vivimos.
Los invito y convoco a que defendamos juntos lo que hemos logrado todo este tiempo y a que trabajemos juntos también por lo que hace falta.
Hoy más que nunca es necesario e impostergable que todos actuemos y reaccionemos de manera colectiva y oportuna, consolidando los valores democráticos que supieron legarnos nuestros pioneros como faro en los difíciles momentos que vivimos.
Tengo muy en claro que son momentos duros para hacer política, momentos de dolor, de pérdidas humanas y de una necesidad imperiosa de reactivación económica.
Es por ello que esta coyuntura nos exige humanizarnos, nos exige guía de liderazgos efectivos y eficientes para atender los complejos problemas que enfrentan las personas y las comunidades.
Durante estos meses el Covid-19 requirió la respuesta de todos y nos puso a prueba en la forma de gobernar.
El trabajo conjunto que hemos promovido ha sido fundamental para seguir construyendo confianza en las instituciones, mantener la resiliencia ante la adversidad y evitar ahondar las profundas exclusiones que pudieron presentarse en temas sociales y económicos.
Es por ello que este nuevo aniversario nos debe encontrar uniendo nuestros mejores esfuerzos y asumir la responsabilidad que tenemos todos para protegernos, para continuar salvando vidas, para reactivar lo perdido y para fortalecer el orden institucional de nuestro querido estado.
Necesitamos a cada quintanarroense comprometido en un encuentro convocante de voluntades con el objetivo común de construir una agenda de futuro en defensa de una sociedad libre, más incluyente y solidaria donde las prioridades han de seguir siendo salvar vidas, salvar empleos, la dignidad de las personas y su bienestar económico.
No hay espacio para la politiquería ni para cualquier tipo de autoritarismo demagógico, y las posibilidades de limitar los daños ocasionados por la pandemia dependerán de la eficiencia, capacidad y habilidad de los actores y dirigentes políticos para garantizar este pleno ejercicio democrático que hoy vivimos.
Nos encontramos también ante un nuevo desafío que será repensar nuestro compromiso y comportamiento social, colocando la gestión solidaria en el centro de la escena.
Un contrato social que sirva para apuntalar un Quintana Roo menos desigual y más incluyente. Por ello es fundamental que mantengamos el compromiso de respetar y preservar el balance entre los poderes del estado, asegurar el ejercicio legislativo, fortalecer el poder judicial y garantizar una nueva gobernabilidad acompañada de la premisa de velar ante todo por los intereses comunes de nuestro estado.
Por otra parte, debemos preguntarnos y contestarnos qué es lo que podemos aportar desde nuestros propios espacios y eso implica que tendremos que ser personas más responsables, con más sentido comunitario, estar mejor preparados y capacitados para la gestión y para pensar en qué debemos contribuir para salir todos juntos y airosos de este proceso.
Tenemos, en resumen, que tener una estrategia de pensar y trabajar juntos por lo que hoy tenemos y por lo que viene.
No se trata de sobrevivir ahora para luego tratar de sobrevivir después. No, así no es la cosa. Hay que trabajar y planificar el nuevo tiempo, la nueva normalidad, adecuar la nueva vida y hábitos a mejores condiciones sociales y económicas, eso tiene que ver fundamentalmente con el mejor funcionamiento de la democracia, la gestión de gobierno y la justicia y seguridad humana en toda la amplitud de su término.
Ya lo he dicho en diferentes oportunidades solos no podemos, Quintana Roo y nuestras instituciones van a tener que reconvertirse y trabajar de una manera más eficiente, ya que esta situación nos está obligando a reconvertir lo que nos parecía algo normal y natural.
Sería muy fácil volver a las viejas fórmulas, tenemos que pensar en una mejor integración de nuestros sectores productivos, de nuestro turismo y tenemos que pensar en ser innovadores, con creatividad e inteligentes.
Amigas y amigos:
Este 46 aniversario no nos puede encontrar, después de este periodo hecho, ni mucho menos con el virus del pánico, lo que nos queda hacia adelante es tarea de todos constituir y construir alternativas de desarrollo, compatibles a las actividades económicas y asegurar la paz y la seguridad interior, esa es la única manera de avanzar hacia una causa social fundada en la dignidad del trabajo y en la recuperación de los valores que nos dan identidad.
Ratifico una vez más mi voluntad de seguir consolidando un gobierno de puertas abiertas, de muchas horas de trabajo, incluyente, solidario, honesto y respetuoso de la división de poderes.
Ratifico mi voluntad de seguir convocando a todas y a todos, vengan de donde vengan, dejando de lado las etiquetas, colores y exclusiones.
Estamos gobernando con firmeza, decisión pero junto a la gente con un único objetivo el crecimiento y el mejoramiento de Quintana Roo.
No es menor lo que hemos logrado en conjunto en estos años, trabajando mancomunadamente por un objetivo central como ha sido el mejorar la calidad de vida de nuestra gente sin perdernos nunca en este camino y sin considerar aspectos políticos, religiosos, étnicos o sociales sino solamente pensando en el bien común.
Amigas y amigos:
Debido a este difícil contexto que nos toca vivir por el coronavirus, los fenómenos hidrometeorológicos, conmemoremos esta importante fecha con responsabilidad demostrando fortaleza y unión entre todos.
La mejor manera de honrar a Quintana Roo es seguir trabajando sin descanso para lograr un mejor lugar dónde vivir.
A toda la sociedad, las y los quintanarroenses, aquellos que tuvieron la responsabilidad de dar los primeros pasos y encaminar el rumbo de un territorio que se ubicaría luego entre uno de los estados más importantes del país y del mundo por sus encantos naturales y su alto valor turístico.
Les doy las gracias por todo lo que han realizado y por todo lo que están dispuestos a seguir haciendo para construir un estado mucho más justo, equitativo, solidario y en franco desarrollo.
Hace 46 años iniciamos esta historia, una historia que se construye diariamente y que todos somos participes de su construcción, ahora a todos nos corresponde dejar la huella.
¡Feliz cumpleaños a Quintana Roo!
Porque sólo así juntos saldremos adelante.