Chetumal, Quintana Roo. 12 de enero 2020.
Buenos días, con el gusto de saludarles, saludo a los señores representantes de los poderes del Estado, a la diputada Reyna Durán presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la Décima Sexta Legislatura del Congreso del Estado, al señor Magistrado José Antonio León Ruiz, Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Saludo también a los magistrados y consejeros del Tribunal Superior de Justicia, a los señores diputados de la Décima Sexta Legislatura del Congreso, de los señores diputados federales que nos acompañan.
Saludo por supuesto, con mucho orgullo y honor, a los diputados constituyentes con Gilberto Pastrana Novelo, don Sebastián Estrella Pool, don Mario Bernardo Ramírez Canul y don Alberto Villanueva Sansores.
Me da mucho gusto saludar al General de Brigada José Luis Vázquez Araiza, comandante de la 34 Zona Militar y a los mandos militares que lo acompañan.
Saludo al Vicealmirante Eduardo Rojas Pineda y a los que lo acompañan. Comandante de la Décimo Primera Zona Naval.
Saludo al señor Secretario de Gobierno del Estado, don Jorge Arturo Contreras, al señor Oficial Mayor de Gobierno Maestro Manuel Alamilla Ceballos y a todos mis compañeros del gabinete del Gobierno del Estado.
Saludo a los señores presidentes municipales de Felipe Carrillo Puerto, de Isla Mujeres, de José María Morelos, de Lázaro Cárdenas, saludo a don Arturo Abreu Coordinador de Programas de Bienestar del Gobierno de México en Quintana Roo, al señor Comisario Estatal de la Guardia Nacional don Alejandro Estrada Pérez, saludo al señor exgobernador don Joaquín Ernesto Hendricks, saludo a don Ramón Iván Suarez Caamal compositor del Himno a Quintana Roo al igual que don Marco Antonio Ramírez Canul creador de la música del Himno, a los señores sacerdotes, comandantes, generales, jueces tradicionales, amigos de los medios de comunicación, señores empresarios, amigos, amigas.
Representa nuevamente un especial privilegio y honor estar compartiendo con todos ustedes esta muy importante ceremonia conmemorativa en el 45 aniversario de la proclamación de la Constitución Política de nuestro estado.
Una Constitución cuya celebración merece el mayor reconocimiento de todas las instituciones pues gracias a ella y a su amparo hoy vivimos en plena democracia y en libertad.
Lo hago con el significado en el que evocamos un período único de nuestra historia. Lo hacemos, además, en presencia de algunos de sus principales y más destacados protagonistas, algunos aquí presentes y otros que ya no están con nosotros, pero que nos dejaron plasmada su huella visionaria con un rumbo claro hacia el destino que iba a tener el nacimiento de un nuevo estado de la federación.
En estos 45 años de vida constitucional, nuestro Quintana Roo, ha experimentado niveles desarrollo y crecimiento que lideran muchas de las estadísticas del país, a partir de un liderazgo turístico de clase mundial y una tasa de empleo por arriba de la media nacional.
Sin embargo, las brechas existentes y los niveles de desigualdad que padecemos sobre todo en las zonas rurales e indígenas, no se pueden solucionar solamente con un simple deseo de buena voluntad, sino que es tiempo de seguir sumando esfuerzos y trabajando todos juntos, en un proyecto colectivo que fije un rumbo hacia un futuro confiable con un Quintana Roo que se convierta día a día en una comunidad más incluyente, participativa y solidaria.
Porque ese fue el espíritu que forjaron nuestros constituyentes y que fueron midiendo con la objetividad de los tiempos, cada paso que se necesitaba para avanzar y el camino también de lo que nos faltaba por recorrer.
Un espíritu que fue visionario para forjar un sentimiento quintanarroense que uniera a las personas de diferentes lugares del país y del mundo movidos por un mismo deseo de progreso, empujados por la fuerza y la ilusión de una tierra pujante y promisoria amparados en la inmensa generosidad de los pioneros que aceptaron esta fusión pluricultural como palanca del desarrollo y crecimiento.
Nuestros constituyentes nos dieron el mejor ejemplo de humanidad y de fraternidad; nos dieron una lección de dignidad; por eso, una vez más, quiero reiterarles nuestro mayor agradecimiento, toda nuestra admiración y nuestro más profundo respeto. Hoy somos lo que somos gracias a que ustedes nos fueron trazando ese camino.
Los tiempos de nuestro estado avanzan por nuevos desafíos y nos ocupa a nosotros como gobernantes, generar las condiciones para que la gente viva con bienestar y es allí donde debemos fortalecer y profundizar el verdadero sentido de lo que significa ser quintanarroense.
Hoy en Quintana Roo se respetan las ideas de los demás, se aceptan las diferencias. No hay ningún tipo de persecución política y se ha dicho BASTA a la intolerancia.
Hoy en Quintana Roo resolvemos los conflictos y las discrepancias a través del diálogo, respetando las leyes y los derechos de los demás, sin imposiciones ni exclusiones.
Es por ello que siempre lo digo. Tenemos que trabajar todos unidos, de la mano, para integrarnos como sociedad, respetando la pluralidad y reconociendo que vivimos en una realidad donde caben diferentes modos de pensar, de comprender y de sentir. Porque Quintana Roo es de todos, construido por todos, y compartido por todos y si dejamos, por indecisión o por incapacidad, pasar el tren de la historia, no tendrán solución nuestros problemas económicos, sociales y políticos.
Transcurridos ahora ya 45 años podemos decir que, en efecto, bajo la vigencia de nuestra Constitución, Quintana Roo ha vivido, sin duda, el cambio político, territorial, internacional, económico y social más profundo y más radical de su historia donde podemos afirmar que la democracia está más firme y plenamente consolidada.
Hoy siete corrientes políticas comparten la responsabilidad de gobernar el estado y sus municipios.
Los procesos electorales transcurren con total transparencia, sin que el gobierno intervenga o incline balanzas partidarias. Día a día trabajamos de la mano entre los tres órdenes de gobierno buscando un mejor bienestar para nuestra gente, resolviendo los desencuentros mediante diálogo, respetando las leyes y los derechos de los demás.
El sentimiento constitucional, consciente o a veces inconsciente, está hondamente asentado en nuestras actitudes porque esta Constitución que hoy homenajeamos es el alma viva de nuestra democracia. Una democracia que no tiene vuelta atrás y que ha enterrado definitivamente el autoritarismo y el latrocinio del pasado.
Vivimos en el Quintana Roo donde hoy podemos mirarnos a los ojos, en donde luchamos contra la impunidad, en donde el que la hace las paga, y donde nuestra Carta Magna y sus instituciones son respetadas en la más amplia independencia de poderes.
Sé que a muchos les puede parecer raro que eso suceda, pero eso se llama democracia y no puede haber democracia sin demócratas.
Señoras y señores, señores legisladores, público presente:
Ya lo hemos dicho en más de una oportunidad, hay una Constitución legal y otra Constitución real; una recoge la letra, la otra los sueños y la esperanza.
En Quintana Roo hemos progresado mucho en 45 años, pero también tenemos una obligación y un gran reto: profundizar nuestros esfuerzos en los ámbitos social, económico y cultural para que nadie quede excluido.
Hemos avanzado en los derechos civiles y en la protección e igualdad de la mujer, en la procuración de justicia, la transparencia y el combate a todo tipo de impunidad. Se está trabajando en generar las condiciones para lograr un estado seguro, donde la gente se sienta protegida, en donde el ciudadano tenga certeza en sus autoridades y mejorando las condiciones de vida para reducir las brechas de desigualdad existentes.
Una nueva generación de quintanarroenses ha empezado a ocupar responsabilidades en la sociedad y en sus instituciones. Y tenemos, sin duda, la enorme tarea de seguir hacia adelante, de no conformarnos, de hacer todo lo posible para honrar y mejorar el legado que hemos recibido de las generaciones que nos han precedido.
Amigas y amigos:
La celebración de este aniversario de nuestra Constitución nos encuentra con un Quintana Roo muy diferente.
Pero nuestro gran reto es el de enfrentarnos ante las nuevas exigencias de los avances científicos y la revolución tecnológica y utilizar cada herramienta de la modernidad para trabajar entre todos y procurar que el bienestar llegue de forma efectiva a todos los quintanarroenses.
Por eso, tenemos el deber de pensar en el futuro; de seguir construyendo, desde nuestras respectivas responsabilidades, un Quintana Roo de vanguardia, moderno y renovado, abierto a los cambios que nuestra sociedad y sus nuevas generaciones nos lo demandan.
Y también tenemos en claro que para que todos esos logros, sean posible hace falta restablecer la seguridad y confianza.
Porque nuestra Constitución es el principio de un sueño común y una declaración del estado que queremos y sólo así podremos abrirnos al futuro con garantías y solidez, con ilusión y con esperanza.
Este es el momento y hay urgencias. No hay tiempo que perder.
Tenemos la fuerza, tenemos el coraje y tenemos el sentimiento y la certeza de que en este legado constitucional que heredamos con toda la responsabilidad de nuestro tiempo, hay más y mejores oportunidades para todos.
Muchas gracias. ¡Que viva Quintana Roo!