Buen día, me da mucho gusto saludarles, darles la bienvenida a todos quienes nos visitan, a todos quienes nos visitan de diversas partes del mundo, a Quintana Roo y a Cancún.
Espero y deseo que tengan una muy confortable estancia, y que como dijo hace un momento Mara, tengan la oportunidad de disfrutar de Cancún.
Sin duda, lograr y alcanzar la paz y tranquilidad es un tema muy fundamental para nuestra sociedad, por ello me da mucho gusto saludar y darle la bienvenida a la licenciada Diana Álvarez Mauri subsecretaria de la Secretaría de Seguridad Publica en representación del doctor Alfonso Durazo, bienvenida subsecretaria a Quintana Roo.
Saludo a la arquitecta Macarena Rau, Presidente Internacional del Consejo CPTED Internacional ICA.
Me da mucho gusto saludar a la presidente municipal del ayuntamiento de Benito Juárez Mara Lezama.
Saludo a la presidenta de Prevención del crimen a través del diseño ambiental, Mercedes bienvenida, felicidades.
Saludo al señor fiscal del estado, a la doctora Gaby Solís, saludo a mis compañeros del gabinete, Rocío, Alberto. Saludo a los integrantes del Consejo de Prevención del Crimen a través del diseño ambiental.
Me da mucho gusto también tener a los representantes de organismos internacionales, saludar a la presidente municipal Escobedo Caraluz, bienvenida. Saludar a los alcaldes de Atizapán de Zaragoza del estado de México y de Chile, bienvenidos también, saludar a los señores empresarios, funcionarios estatales, federales, municipales, amigos de los medios de comunicación, señoras y señores.
Me da gusto estar conscientes que la inseguridad es un fenómeno que aqueja y preocupa a todos los ciudadanos y se ha incorporado de manera muy importante en la agenda pública de Quintana Roo.
En los últimos años, los delitos y la violencia se han incrementado generando dinámicas complejas.
La falta de oportunidades, de educación, y la falta de alternativas en materia de desarrollo social y económico, han hecho que jóvenes, adolescentes, niños se vuelvan parte de la delincuencia.
Asimismo, la herencia recibida de falta de políticas integrales en materia de seguridad, de policías mejor pagados y formados, el abandono de espacios públicos para la recreación y la convivencia han hecho que se rompa el tejido social y se disperse el crimen.
Nuestra visión en el combate contra la inseguridad la hemos enfocado desde un enfoque dual, que ha consistido en trabajar tanto en los efectos como en las causas del delito.
Es tan importante contar con estrategias de reacción, policía, inteligencia, tecnología y control y, con la misma fuerza, ir a la raíz del problema y atender también los factores de riesgo.
Estamos conscientes que comenzamos por tener mejores policías, mejor pagados y formados, incorporando la tecnología y una mejor coordinación entre los componentes de la seguridad en el estado.
Asimismo, iniciamos un diseño integral para recuperar los espacios públicos para la recreación y la convivencia y reconstruir el tejido social a partir del desarrollo individual, familiar, colectivo y ambiental para eliminar todo foco de violencia y delincuencia.
Se trata de entender que la seguridad es un proyecto común de desarrollo comunitario y social, que requiere de participación de todos para dignificarlo, cuidarlo y conservarlo y que debe, asimismo, contar con un espacio territorial, y en este caso ambiental para llevarlo a cabo.
En esta tarea, tenemos claro que cuando la comunidad participa, la legalidad se arraiga y la seguridad perdura.
Esto es, amigas y amigos, apostar por soluciones de fondo a partir del esfuerzo corresponsable entre las comunidades, el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil.
Para esto, estamos echando mano de todos los recursos.
Mediante el uso de tecnología, de datos duros y diferentes estrategias estamos generando un esquema de mapeo que nos permite diseñar programas de vigilancia y de prevención focalizados y a la medida de cada región para atender necesidades puntuales con la mayor eficacia posible.
Porque se trata de combatir la violencia y el delito con una visión integral, donde sí debemos afrontar los problemas que nos aquejan hoy, pero también tenemos que cerrar el paso a la delincuencia a través de la apertura y acercamiento de oportunidades para el desarrollo individual, familiar y colectivo.
Se trata de entender también, que la seguridad en el espacio urbano y el medio ambiente es un proyecto común y de desarrollo comunitario y social, que requiere de participación y corresponsabilidad para dignificarlo, cuidarlo y conservarlo. Porque es ahí donde todos los días se construyen entornos más seguros, a partir de la confianza mutua, la tolerancia y el respeto.
Es por ello que nuestra prioridad ha sido mejorar nuestro entorno. Los quintanarroenses queremos tener acceso a espacios públicos más adecuados, que brinden actividades culturales, deportivas y productivas en todos los rincones y en especial en aquellos lugares que queremos mantener para nuestros jóvenes en sano desarrollo y que se alejen del crimen.
Estimados amigos:
Estamos trabajando en un modelo de prevención apuntalado de la mano de la sociedad con el objetivo de aumentar las capacidades locales para disminuir la inseguridad y fortalecer el tejido social a partir de la resolución pacífica de conflictos y la cultura de la legalidad.
Estamos conscientes que la violencia e inseguridad no es igual en todas las ciudades, ni tiene en ellas la misma intensidad y dinámica. Hay diferencias que responden a la conformación histórica de cada una de ellas, a sus raíces culturales, a los contextos socioeconómicos en los que se desenvuelven, a su ubicación geográfica y a los fenómenos emergentes que las afectan.
La violencia y la inseguridad no constituyen un fenómeno asociado únicamente a la actividad del crimen organizado, detrás de ella se encuentran factores como la violencia intrafamiliar, la ocupación irregular del espacio urbano o el aprovechamiento de las áreas públicas con fines de lucro, el deterioro de los barrios, la necesidad de vivienda, la distribución desigual de los servicios públicos, la falta de infraestructura comunitaria, la especulación del suelo urbano, el transporte público ineficiente e inseguro, la informalidad económica y el crecimiento de grupos con un fuerte déficit social, emocional y afectivo entre muchos otros.
Por lo tanto, considero que es imperativo fortalecer el papel de los entornos naturales y la trasformación cultural de sus habitantes para incrementar la cohesión, la solidaridad y la colaboración entre quienes lo habitan, al tiempo de fomentar el reconocimiento de la diversidad social y cultural como un activo para el desarrollo comunitario y la democracia.
Erradicar la violencia y el delito es una tarea que va más allá de lo inmediato y exige transformar el entorno y las prácticas que los generan.
En 1967, el papa Pablo VI en una encíclica señaló la correlación íntima que existe entre desarrollo y paz y, por lo tanto, la necesidad de impulsar un genuino desarrollo para construir y asegurar esa paz. En dicha encíclica dejó estampada la frase que dice: “Desarrollo, nuevo nombre de la Paz”, la cual hoy volvemos a citar como fundamento de todo nuestro propósito para garantizar la protección de nuestra gente en su entorno natural.
Yo celebro este encuentro.
Agradezco la distinción que me acaban de entregar.
Necesitamos seguir por el camino que hemos trazado con la ciudadanía, porque desarrollar una cultura de prevención significa sensibilizar y capacitar a cada individuo para que se constituya en un elemento constructor y ese proceso de concientización requiere de una amplia campaña de educación y divulgación de los derechos y deberes individuales, comunitarios y ambientales.
Y estoy convencido que estamos que trabajar para eso.
Muchas gracias