Buenas tardes.
Me da mucho gusto saludarles, me da mucho gusto verles, estar con ustedes en esta pues muy importante reunión, esta presentación del Estudio de la Génesis de la Administración Pública del Estado en lo que se refiere a la deuda pública y poder ver con total transparencia lo que se ha hecho a lo largo de todos años de la historia del Estado.
Me da gusto saludar a León Lizárraga, dar la bienvenida a don Alejandro Carrillo Castro, saludar a Sergio Arredondo, tenía un buen rato que no te veía Sergio, al doctor Luis Miguel Martínez, a la diputada Cristina Torres, a la doctora Yohanet Torres, a Manuel Guadarrama y a todos quienes nos visitan de los diferentes lugares, presidentes de los consejos directivos del Instituto de Administración Pública de los estados del país que están con nosotros.
Saludar al ex gobernador don Joaquín Hendricks y saludar a las diputadas, diputados electos, a la representante de la gobernadora electa, regidores, funcionarios estatales, municipales, Consejo Directivo del IDAIPQROO, amigas, amigos:
Pues es muy importante estar en esta revisión de parte de la historia del estado y sabemos cómo encontramos el estado de nuestras finanzas
hace seis años.
Esto empezó primero por ser un gran problema desmoralizar a muchos de los servidores públicos, terminó por provocar una especie de quiebra de las finanzas que hipotecó al estado.
Si a eso le sumamos un desmantelamiento de las instituciones podríamos pensar que necesitaríamos muchos capítulos como este que acabamos de ver, para lograr entender un poco el funcionamiento de lo que hoy tenemos. Narrar las peripecias pasadas y mucho de lo que se necesitó para enderezar el timón.
En lo relativo al punto toral que hoy vimos, no había yo visto esos estudios, los acaba de ver por primera vez, que es el de la deuda pública, me permito señalar que al inicio de nuestra administración encontramos problemas estructurales en la política de ingresos y egresos, debido a que los egresos crecieron a mayores tasas que los ingresos, generando problemas de déficit, también estructural, a pesar de las reglas fiscales implementadas, como lo señalaban los coeficientes de ingreso-gasto estimados.
Una de las razones que consideramos más importante analizar y solucionar fue la baja recaudación tributaria que, en sintonía con todo el país, ha sido muy inferior respecto al promedio de América latina y el Caribe.
Los problemas en la política de egresos se originan debido a un bajo nivel de inversión pública y un alto nivel de gasto corriente. El endeudamiento excesivo es una variable explicativa importante de las crisis financieras, la cual una vez presente, incrementa la deuda y afecta negativamente el crecimiento, creando y profundizando un círculo vicioso de deuda creciente y lento crecimiento.
En estos seis años, reconocemos que hemos conseguido logros importantes, pero aún insuficientes.
Disminuir la desigualdad, recuperar parte de nuestra tranquilidad, combatir la corrupción, generar empleos, generar empleos mejor pagados, es un proceso que lleva tiempo.
Reordenar finanzas casi quebradas, mucho más.
Llegamos al gobierno en momentos muy difíciles para el Estado, y tenemos que demostrar todos los días que somos conscientes de esa alta responsabilidad.
Quintana Roo en estos seis años no necesitó palabras: necesitó trabajo, crecimiento, desarrollo.
Pero en esta etapa de recuperación económica que estamos viviendo tan necesaria y fundamental para el estado luego de dos años muy difíciles producto de la pandemia y los desastres naturales padecidos, ya no había lugar en la gráfica, pues sí no podemos abandonar los esfuerzos que llevamos desarrollando en beneficio de nuestra comunidad en nuestro afán de integrar a las y los quintanarroenses y cortar las brechas existentes.
Para poder lograr todo lo que hemos hecho, necesitábamos ser un estado financieramente fuerte y sólido.
Manejamos nuestras finanzas con seriedad y ello ha merecido buenos reconocimientos por parte de organismos y asociaciones financieras nacionales e internacionales.
Esto se ha traducido en la confiabilidad y en la seguridad de que Quintana Roo brinda para las inversiones, eso confianza y seguridad y se ve reflejado en más actividad económica, más empleo y más oportunidades.
Lo más problemático fue reestructurar nuestra deuda en mejores condiciones porque las tasas de interés, los momentos así lo indicaban.
Ello permitió tener ahorros muy importantes al disminuir las tasas de interés e incrementar los flujos de liquidez que nos permitieron, con recursos propios, enfrentar los enormes gastos que ocasionó la pandemia.
Recordemos que, durante el año 2020, prácticamente no tuvimos ingresos.
Esa estrategia financiera en beneficio de todas y todos los quintanarroenses nos permitió reducir considerablemente, pues ya lo vieron, en casi 3 mil millones de pesos, la deuda contraída por administraciones anteriores.
Hay que tener cuenta que por cada peso que ingresaba a nuestras arcas, 85 centavos iban a parar al pago de los servicios de la deuda que ya existía, lo cual condicionaba todo proceso de desarrollo en beneficio de nuestro crecimiento.
La restructuración negociada nos permitió pasar del monto de 15 mil a 13 mil pesos que cada habitante como lo vimos hace un momento.
Hemos recuperado, como lo dije antes, liquidez, autonomía de decisión, capacidad operativa.
El manejo responsable de nuestras finanzas nos permitió autorizar estímulos fiscales para aminorar y contener el impacto que pudiera ocasionar la emergencia sanitaria, así como aliviar y salir más rápido de la crisis financiera.
En resumen, teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora logramos un acuerdo razonable que nos permite crecer y cumplir con las obligaciones propias del crecimiento.
Amigas, amigos:
Gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Sufríamos un problema y buscamos una solución. Teníamos una soga al cuello, y ahora estamos dejando un camino que se puede recorrer.
Porque la realidad nos indica una ecuación muy simple, para poder pagar hay que crecer y fuimos capaces de levantarnos y salir adelante.
Lo que viene es impulsar nuevas ideas para seguir creciendo.
Confío en el dinamismo de nuestra iniciativa privada, la fortaleza de la industria turística, el compromiso de quienes trabajan, la valía del empresariado, el talento de los emprendedores y la enorme capacidad de nuestra gente aunada a muchos sueños de nuestras y nuestros jóvenes.
Debemos crecer y debemos honrar nuestras obligaciones al mismo tiempo que hacemos un Quintana Roo más justo e inclusivo, con más desarrollo, con mejor infraestructura.
Yo confío que los tiempos serán mejores, que se continúe con la senda de ordenar la cuenta pública, las cuentas públicas sin condicionar la política de beneficio de todas y todos los quintanarroenses.
Sé que hay un buen futuro porque hemos afianzado este presente. La historia y los datos juzgarán a quién hizo cada cosa y qué. Quién creó un problema y quién o quienes lo resolvieron. Hay que mirar hacia delante, sin olvidar el pasado y trabajar muy profesionalmente en materia financiera, en materia de esa responsabilidad en el manejo de los recursos en cómo captarlos, cómo recaudarlos, por supuesto en gastarlos, cómo invertirlos de manera responsable y adecuada para el crecimiento del estado.
Muchas gracias, muy buen estudio.