Buenas tardes ¿Cómo están?
Me da mucho gusto saludarles. Es un gusto poder participar con todas y todos ustedes en esta entrega y agradecimiento a todas y a todos los embajadores y colaboradores del programa Hambre Cero Quintana Roo, que como ustedes han visto es un programa que inició a raíz precisamente de las grandes necesidades que a partir de la epidemia de Covid vino a ser mucho más fuerte y que exigía la necesidad de apoyo a quién más lo necesita.
Me da mucho gusto saludar a la presidenta municipal de Benito Juárez a Mara y saludar a la secretaria de Desarrollo Social a Rocío.
Gusto saludar a Lilia, a Lilia Hernández presidente y fundadora de la Organización Hanal Quintana Roo, don León Alba artista plástico, a los señores y señoras embajadoras y colaboradores del programa Hambre Cero, a mis compañeras y compañeros del gabinete del gobierno del Estado, empresarias, empresarios, representantes de cámaras empresariales y asociaciones civiles, autoridades estatales, municipales y asimismo le doy la bienvenida a todas y a todos los quintanarroenses que nos siguen a través de las redes sociales y los medios digitales, bienvenidas, bienvenidos.
Pues les decía que es un gusto estar en esta ceremonia porque esto empezó a partir precisamente de esa necesidad tan importante que mencionaba Rocío hace un momento. El año pasado cuando tuvimos que irnos a encerrar unos meses derivado precisamente del alto número de contagios, la llegada de una epidemia que apenas conocíamos y que nos obligaba a hacer determinadas acciones que tal vez nunca lo hubiéramos pensado, hizo que la baja, la disminución de la actividad económica de los ingresos de las familias quintanarroenses se vieran seriamente afectados.
97% de los establecimientos comerciales incluyendo hoteles, restaurantes que ustedes conocen muy bien se vieron afectados, tuvieron que cerrar, la mayor parte de los mercados emisores de turismo del estado estaban cerrados, la gran mayoría de los asientos de avión que estaban reservados fueron cancelados, más de 17 millones de asientos de avión y la gran mayoría de nuestra actividad económica pues se vio afectada de manera directa, produciendo en aproximadamente el 95% de los habitantes del estado una disminución en sus ingresos, en muchos casos la pérdida total de ellos porque perdieron su empleo, más de 120 mil, 122 mil empleos perdidos se pudieron mantener cerca de 400 mil con ingresos reducidos, pero pues había un problema muy importante en cómo se iban a liquidar o a pagar los gastos que generaban la situación de quedarse en casa porque por un lado promovíamos quedamos en casa y por el otro, pues había que estar pendiente del pago de luz, agua, gas y comida.
Y ante esa situación había que pensar cómo poder ayudar y apoyar a la población de que tuviera esos servicios en casa y entonces pudiera mantenerse en él y fue así como surgió todo este programa de los cinco apoyos para tu familia en los que participamos pagando la energía eléctrica de 67% de los usuarios de energía eléctrica del Estado, los que tenían ciertos requisitos en materia de consumo de energía eléctrica y no cortar el agua, permitir además que el servicio se mantuviera y al mismo tiempo el tener la posibilidad de gas porque está bien, estabas en casa, tenías alimentos, pero había que cocinar y entonces también pudimos apoyar a poco más de 400 mil familias con vales de gas de 20 kg de gas que les apoyamos precisamente para que pudieran salir adelante.
Una vez concluido porque además fueron muchas más expensas las que se tuvieron que entregar porque había como decían que llevarlas casa por casa, estar cerca de cada una de las familias porque pues no podías tener contacto directo con ellos, no podías tener centros de acopio y había que llevarlos colonia por colonia en coordinación además con los diversos municipios en particular en Benito Juárez con quién compartimos gran parte de la entrega de esas, de esos paquetes alimentarios, de esas despensas entonces vimos la gran necesidad que había de apoyo alimentario a la población.
Una vez que se reanudaron las actividades económicas los programas pues fueron concluyendo después de la entrega de ese más de un millón de despensas pues había que continuar de alguna manera con los programas y ahí es donde entramos en contacto con las organizaciones de la sociedad civil en particular con Hanal de Lilí y lo que hicimos fue precisamente el poder llevar a cabo este programa en conjunto con Hanal y otras organizaciones que también nos apoyan en la entrega de las mismas a lo largo de los diversos municipios.
Empezamos pensando en 2 municipios por situaciones de tipo presupuestal y ante la gran demanda que empezó a tener entonces fuimos incrementando este número para llegar hoy a los 11 municipios del estado, no es fácil, verdad Yohanet, que no es fácil, no es fácil y por ello es siempre muy importante que haya una total eficiencia en el manejo de estos productos, buscar incrementar el número de ellos, ampliar más lo que como presupuesto de gobierno tenemos y que a través de todas y todos ustedes, a quién se los agradezco, podemos entonces incrementar los montos e incrementar el número de estas despensas y poder llegar entonces a más personas en el estado que requieren y necesitan esto.
El concepto de “Hambre Cero” empezó poco más de quince años. Formaba parte de un programa que acabó demostrando al mundo que con políticas claras y decididas era posible erradicar el hambre de una vez por todas. Nació en Brasil, con la participación activa de universidades, institutos de investigación, sindicatos, Organización No Gubernamentales, generó instrumentos con el objetivo de superar la situación de inseguridad alimentaria en pleno siglo XXI.
“Hambre Cero” significa que ninguna persona debe pasar hambre y desnutrición, y “Hambre Cero” también significa “tolerancia cero” con quienes anteponen beneficios personales y corporativos antes que la erradicación de este flagelo que es el hambre.
Por lo tanto, combatir el hambre es un asunto de dignidad, de conciencia, de principios y de justicia y eso es lo que nos propusimos a implementar en Quintana Roo de la mano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por la Organización de las Naciones Unidas, a los cuales México y nuestro estado se han sumado, que buscan terminar con todas las formas de hambre y desnutrición para 2030 y velar por el acceso de todas las personas, en especial la niñez, a una alimentación suficiente y nutritiva y que además sea permanente.
Esta tarea, tal como la venimos implementando en nuestra área social, implica promover prácticas sostenibles a través del apoyo a los grupos más vulnerables, a la capacitación de jefas de hogar para crear sus propias microempresas, a los pequeños agricultores y el acceso igualitario a la tierra, la tecnología y los mercados para la comercialización de sus productos.
Esta iniciativa la estamos llevando a cabo, nos llama como todas las cosas que nos hemos propuesto desde el primer día de nuestro gobierno, a hacerla entre todos y es por eso que convocamos a cada uno de ustedes, sociedad, iniciativa privada, academia, empresariados, gobiernos municipales a que trabajemos juntos en beneficios de un todo.
Pensemos que es un pacto que estamos suscribiendo y representa una buena oportunidad para congregar voluntades y acciones de los diferentes sectores y resolver el problema que es la desnutrición y otros más como la salud, el empleo y el apoyo a las familias que más lo necesitan.
Queremos cerrar brechas, las brechas que padecemos de desigualdad. Pese a que se han logrado avances en la lucha contra la pobreza y el hambre se suman nuevos retos como el cambio climático, el crecimiento de la población, la migración y los cambios en los patrones dietéticos que ponen en peligro estos logros y podrían inclusive revertirlos porque además ahora pues ya no es solo la entrega de las despensas, sino que es lo que la despensa incluye para precisamente apoyar también la salud de quienes van a tenerla.
No hay que bajar los brazos. El hambre y la malnutrición siguen siendo obstáculos enormes para el modelo de desarrollo más inclusivo que impulsamos para nuestro estado.
Los ingredientes de la paz son el pan y el amor y como embajadores de esta cruzada, yo los invito a sumar esos ingredientes ponerlos en práctica en Quintana Roo y seguir avanzando en bien de este programa para quienes más lo necesitan para ayudar a esas familias a veces cercanas, a veces más lejanas.
Creo que dentro de la geografía del estado necesitan y requieren de esta ayuda, de este apoyo para salir adelante. Así que estoy seguro que con el esfuerzo de todos juntos saldremos adelante.
Muchas gracias.