Amigas y amigos:
El presidir el DIF Estatal de Quintana Roo durante seis años ha sido para mí un honor y un privilegio.
“Amar y servir son los valores que transforma aquello que impide al ser humano ser feliz”.
Este pensamiento de Ignacio de Loyola, refleja con claridad el fundamento que dio rumbo a nuestro lema: “valores que transforman”.
Amar y servir fue nuestra mística.
Nuestra mejor herramienta de trabajo.
Porque esta labor social que la asumimos por seis años con inmenso amor, empatía y responsabilidad, ha sido la más maravillosa tarea que hemos ejercido con el corazón, sumando esfuerzos para el bienestar de todas y todos los quintanarroenses y cambiar sus vidas.
Por eso hoy no sólo se trata de hacer un recuento del camino recorrido durante estos años, sino de refrendar el compromiso que nos propusimos desde el primer día de esta administración.
Porque estoy convencida que esos valores son la base y el sentido de todo progreso individual y colectivo, desde su base social…la familia.
Y para un gobierno, esos valores son el faro que ilumina el camino, especialmente en tiempos difíciles.
Y permítanme decirles que es fácil comprenderlo cuando se es madre o padre.
Porque el amor filial siempre se traduce en servicio.
En servicio incondicional.
Desde el principio tuvimos muy claro nuestra misión de vida institucional en el servicio a la sociedad.
Sin duda, quienes nos antecedieron, hicieron una gran labor en el ámbito de sus posibilidades.
Con humildad y entusiasmo, tomamos la estafeta del voluntariado y nos enfilamos a apoyar a todo el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.
Amar y servir con valores que transforman, siempre aprendiendo con y de los demás.
Con la mejor disposición de sumar y de sumarnos a todo aquello que aporte a tener una comunidad más humana, solidaria, pacífica y trabajadora.
Sabíamos que las y los quintanarroenses tienen sueños, aspiraciones y talentos.
Pero también sabíamos que no todos cuentan con las mismas oportunidades.
Desde nuestra trinchera, hemos trabajado de manera comprometida para reducir esas brechas de desigualdad.
Es complicado resumir en un mensaje, seis años de amor y servicio traducido en trabajo.
De experiencias cotidianas, aprendizajes, angustias y satisfacciones.
Es difícil tratar de trasmitir en pocas palabras tantas vivencias de solidaridad y resiliencia.
Fuimos la mano cercana del Gobierno del Estado con la ciudadanía, en su espacio colectivo más íntimo, la familia.
Porque estamos convencidas de que familias fuertes y unidas, hacen comunidades armónicas, pacíficas y fraternas.
Recordemos que una comunidad es tan fuerte, como el más frágil de sus miembros
Desde allí, tejimos historias humanas.
Historias en las que, juntos, sociedad y gobierno, cambiamos vidas.
Cambiamos vidas porque nos vinculamos de forma incluyente y participativa.
Cambiamos vidas porque ofrecimos una atención con sensibilidad y compromiso.
Cambiar vidas para que las personas excluidas, fueran integradas;
Las que sufrían de violencia, se sintieran amparadas;
Las que tenían dolor, encontrarán alivio;
Las que vivían una carencia, tuvieran apoyo y alternativas.
Cambiamos vidas porque trabajamos cotidianamente en construir oportunidades para todas y todos, y hacer de nuestro estado, un mejor lugar para vivir.
Y para muestra, basta un botón.
Pudimos apreciar en el video una muy apretada síntesis de la labor realizada.
Déjenme insistir en algunos de esos importantes avances:
Rehabilitamos y equipamos siete parques integrales a fin de ofrecerles a las familias espacios de esparcimiento y convivencia.
En Chetumal, rehabilitamos el centro deportivo y cultural DIF y la cancha de futbol rápido, para promover el deporte, la recreación y la cultura.
Construimos y operamos el albergue “Caminando Juntos”, que otorga hospedaje a los familiares de los niños con cáncer, mientras reciben su tratamiento en el Hospital General.
Pusimos en operación en Cancún el Centro de Diagnóstico y Tratamiento para niñas, niños y adolescentes con trastornos del espectro autista.
Creamos el sistema de transporte inclusivo UNEDIF, que consta de 32 vehículos adaptados para transportar a personas en sillas de ruedas.
Destaca el pabellón de rehabilitación pulmonar del Centro de Rehabilitación Integral, que ofrece servicios a personas con secuelas por Covid-19, principalmente con fibrosis pulmonar.
Creamos el Centro de Autismo y el Centro de Habilidades para la Vida Diaria, en la ciudad de Chetumal.
Construimos el segundo Centro de Habilidades para la Vida Diaria, en la ciudad de Cancún.
Con el proyecto Tulum Inclusivo, construimos infraestructura turística para que las familias con personas con discapacidad puedan disfrutar del mar y las playas.
Edificamos y equipamos la Casa para Menores Migrantes no Acompañados en la ciudad de Chetumal.
En Playa del Carmen inauguramos la oficina de Atención Jurídica Especializada en Migración y atención a mujeres que sufren de violencia.
Esta instancia ofrece atención en inglés, francés, español y cuenta con traductores al tzodizl, tzezal y maya.
Por primera vez en Quintana Roo, se realizaron las cirugias ulzibat cambiándoles la vida a 95 niñas, niños y adolescentes con parálisis cerebral.
Los desafíos fueron complejos y de una magnitud insospechada.
La pandemia marcó a nuestra generación.
Pero nuestra voluntad fue mayor.
Aun cuando queda mucho por hacer, hemos avanzado en la dirección correcta.
Hoy veo con optimismo los rostros de tantas personas a quienes hemos tenido la fortuna de servirles y apoyarles.
Me emociona saber que el esfuerzo no ha sido en vano, porque hemos podido sembrar la semilla de la esperanza.
Por ello los aliento a no retroceder.
Tenemos que seguir hacia adelante.
Desde el lugar que nos toque.
Porque después de la terrible crisis sanitaria mundial que vivimos, entendimos que juntos, trabajando en equipo, somos invencibles.
En ese sentido, para seguir cambiando vidas se requiere seguir contando con el apoyo y la comprensión de más personas,
De los grupos de la sociedad civil organizada y del sector privado.
Hacer de nuestro estado un lugar más justo, requiere del esfuerzo decidido de cada uno de nosotros.
En esta tarea, nadie debe quedar afuera.
¡Porque a Quintana Roo lo hacemos todas y todos!
La gratitud, ennoblece.
El agradecimiento es la memoria del corazón.
Por ello, agradezco profundamente a todos los que pusieron su trabajo, voluntad y corazón, para devolver la esperanza y la sonrisa a un gran número de familias quintanarroenses.
Que quede claro: no puede haber paz, progreso ni igualdad, ni los mismos derechos para todas y todos sin una plena participación de la sociedad y no puede haber un DIF que logre buenos resultados sin tener un buen corazón.
Gratitud, es la palabra con la cual quiero finalizar. Gratitud, hacia todas y todos aquellos, que han hecho posible este trabajo integral de seis años por las familias quintanarroenses.
Agradecer de manera muy especial al Sistema DIF Nacional.
Juntos trabajamos para que, programas y recursos federales, se aplicarán a fin de mejorar las condiciones de vida de miles de personas.
Mi gratitud a las y los presidentes de los DIF municipales de las tres administraciones con las que trabajamos en estos seis años, sin más color político que el amor a nuestra comunidad.
Saludo a la Gobernadora Electa Mara Lezama.
Nos sentimos muy esperanzados y orgullosos de que, por primera vez, una mujer gobernará nuestro Estado.
Mara, cuenta con el equipo DIF para tan importante labor que la ciudadanía te encomendó.
Nuestro trabajo se enfocó en atender a los grupos en situación de vulnerabilidad, en un marco de respeto, calidez, profesionalismo y total disposición.
Siempre he pensado que, para enfrentar retos extraordinarios, se requieren personas extraordinarias.
Es por eso que, con mucho orgullo, afirmo que tuve la oportunidad de trabajar, día a día, con un equipo profesional que jamás bajó los brazos.
Que, ante las adversidades, jamás dijo “no puedo”.
Frente a huracanes, tormentas, inundaciones, carencias y una pandemia terrible, la gran familia DIF, mantuvo el compromiso de darlo todo, sin descanso.
En los momentos más difíciles demostró imaginación y sensibilidad para servir a quienes más lo necesitan;
A quienes no tiene hogar y cobijo;
No tienen alimento o viven en desconsuelo y soledad;
Quienes sufren de violencia, inclusive en su propio hogar.
Es por ello, que siempre les voy a reconocer y agradecer públicamente por su entrega permanente, especialmente, en los momentos más críticos.
De manera muy especial, gracias María Elba, una profesional del trabajo social,
Una servidora pública todo terreno y de 24 horas, quien condujo el timón de este barco con tenacidad y compromiso.
Gracias a todas y todos los que han hecho posible cumplir la trascendente misión de servir a las familias quintanarroenses.
Para todo el equipo DIF Estatal, les pido un fuerte aplauso.
Pónganse de pie los aplausos son para todos ustedes… muchas gracias.
Quiero agradecer de todo corazón a mi voluntariado DIF, por todo su trabajo, apoyo y gran labor durante estos 6 años, con su ayuda logramos cambiar vidas.
Un agradecimiento muy especial a las secretarias, secretarios y directores del gabinete del Gobierno del Estado por sumarse siempre y apoyar a todos los eventos del DIF.
Mi gratitud a todos los medios de comunicación, quienes siempre nos apoyaron y con sus críticas nos ayudaron a ser mejores.
A todos los empresarios y empresarias quintanarroenses y organizaciones de la sociedad civil que nos apoyaron con construcción, obras, apoyos y donativos, a todos y cada uno de ellos muchas gracias.
A mis amigas y amigos de todos los municipios del Estado y de diferentes puntos del país, que están aquí y siempre me han acompañado, apoyado y motivado a ser mejor … Gracias, gracias.
Quiero aprovechar también para agradecer a mi mamá y a mi papá, que físicamente ya no están, pero sé que su corazón sigue siendo mi guía.
A mis hermanos por estar a mi lado siempre y en todo momento, a mi suegra, por ser un apoyo incondicional, saben cuánto los quiero.
Gracias a mis hijos:
Carlos, Ana Gaby y Miguel, y también a José Jorge y Ana Laura por su comprensión, paciencia, respaldo y motivación en estos seis años. Caminamos juntos por este sendero lleno de desafíos, amor y servicio, consolidando a nuestra familia y fortaleciéndonos como seres humanos. Los adoro con todo mi corazón.
Gracias a ti, Carlos, por hacerme partícipe en esta importante labor social que te encomendó el pueblo de Quintana Roo.
Por tu apoyo y tú guía.
Me siento muy orgullosa de tu desempeño como Gobernador.
Siempre trabajador, comprometido y honesto.
Nos encaminamos a cumplir 40 años juntos, y sigo pensando que, codo a codo, juntos somos muchos más que dos.
Te amo
Amigas y amigos:
Hemos llegado al fin de una etapa memorable.
Teresa de Calcuta nos decía que “para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite”.
Es tarea de los sectores público, privado y social, continuar y reforzar los trabajos realizados, en beneficio de las familias quintanarroenses.
La desigualdad, la pobreza, la violencia y la exclusión social son problemas estructurales que exigen el máximo esfuerzo de cada uno de nosotros.
Quintana Roo demanda nuestra versión más humana y solidaria, tanto en lo individual, como en lo colectivo.
Además, hemos aprendido que, para resolver los problemas que más le preocupan a la gente, no existen recetas mágicas.
En gran medida, las soluciones empiezan por escuchar a la gente, entender sus necesidades y ponerse a trabajar.
Eso ha sido el DIF Estatal en estos años:
El impulso de políticas fraternas, incluyentes y generosas, a través de “valores que transforman”, y la suma de miles de manos, voces y corazones.
Durante la gestión del gobernador Carlos Joaquín, en el DIF Estatal hemos sumado voluntades que le han dado energía a las acciones realizadas.
Nuestra misión ha sido que cada persona encontrara ayuda para salir adelante, a partir del fortalecimiento del núcleo más básico: la familia.
Porque la familia seguirá siendo nuestro punto de partida y de retorno.
Esta ceremonia y este mensaje, son un llamado a la solidaridad de todas y todos con las causas más justas y nobles en nuestra entidad.
Para pasar la estafeta a quienes nos releven.
Porque en el DIF estatal está el hogar de cada corazón quintanarroense y deberá seguir latiendo por siempre en cada rincón de nuestro hermoso Quintana Roo.
Con amor y servicio y valores que transforman, fortalecimos a las familias quintanarroenses, y así cambiamos vidas.
Porque cambiamos vidas: ¡Juntos Salimos Adelante!