08 de octubre de 2017
Señoras y señores 43 años han pasado desde la creación de nuestro querido Quintana Roo, un año apenas del inicio de esta nueva etapa democrática, nuevas esperanzas, nuevos derroteros, sin duda este acto representa sueños y simboliza aspiraciones de los quintanarroenses pero también es condensación de historias.
Hoy en este recinto soberano nuevamente desembocan y toma nuevo cause las centenarias luchas perseverantes en contra del poder absoluto y de sus arrogancias de excesos, luchas en favor de la libertad, la justicia social y el trabajo como elemento de dignificación y progreso de los mexicanos, porque ese fue el basamento histórico que identifica nuestro gentilicio, esa es la herencia de la lucha que entabló nuestro Patricio insurgente don Andrés Eligio Quintana Roo.
Por ello ser quintanarroense significa ser libertario, justiciero y trabajador, esas son nuestras premisas históricas, esos son los valores sobre los que construimos nuestros sueños y fundamos nuestras aspiraciones, ello refleja el sentimiento compartido de lo que significa pertenecer a esta tierra de tradiciones y oportunidades.
Y quienes gobernamos a Quintana Roo, debemos ser consecuentes con ello, de una u otra forma por determinación de los electores, todos los diputados, los magistrados, los miembros de los ayuntamientos y su servidor en calidad de gobernador, sin importar orígenes, o partidos todos representamos a Quintana Roo.
Asumamos por ende el compromiso de honrar nuestro encargo actuando en todo momento con probidad y apego a nuestro mandato y en la perspectiva de los grandes intereses del Estado, debemos empeñarnos en que la honorabilidad, la racionalidad y la tolerancia normen nuestra conducta entre los poderes y los órdenes de gobierno en Quintana Roo, sean conocidos por el respeto a la ley, la vocación de servicio y la altura debida.
Debemos comprometernos sobre todo en mantener la más amplia, plural y cotidiana relación con la sociedad y sus organizaciones. Seamos el vínculo primordial del ciudadano con el Estado, las relaciones del ejecutivo con el poder legislativo y con el poder judicial habrán de regirse con el más estricto respeto a la esfera de competencias que a cada uno corresponde de acuerdo a la Constitución.
A partir del cambio y esperamos que para siempre, en Quintana Roo ningún poder quedará subordinado a otro y todos serán garantes de los derechos ciudadanos de la fortaleza de las instituciones y de la Integridad y Soberanía del Estado.
En este aniversario, debemos refrendar que somos depositarios de las decisiones adoptadas mayoritariamente por los ciudadanos en el último proceso electoral, la primera es proseguir sin titubeos la ruta de la transición democrática, aboliendo todos los reductos del autoritarismo, lo más urgente es el restablecimiento de la seguridad pública, la disminución de la desigualdad social el abatimiento de la corrupción y la impunidad, y el mantenimiento del crecimiento económico, regional y sustentable.
La estrategia sustantiva deberá ser impulsar y ser garante de la participación social, democratizar en suma el ejercicio de la autoridad y restituir el poder a los ciudadanos, saber gobernar es también saber escuchar y saber rectificar.
Porque el ejercicio democrático del poder es ciertamente mandar-obedeciendo, este ejercicio de la política en que hoy descansa el equilibrio de las instituciones gubernamentales se convierta en la forma de vida que heredamos a las futuras generaciones de quintanarroenses.
Remontemos los espacios de la intolerancia mostremos a todos que somos capaces de edificar en la fraternidad y con el alma suprema de la razón un Quintana Roo para todos.
Quintanarroenses. Nos falta mucho por hacer, pero seguimos avanzando. Reconstruir un estado quebrado financieramente, destruido institucionalmente y entregado a la avaricia del poder no se puede hacer de un día para otro.
Ratifico una vez más mi voluntad de seguir consolidando un gobierno de puertas abiertas, de muchas horas de trabajo, incluyente, solidario, honesto y respetuoso de la división de poderes.
Ratifico mi voluntad de seguir convocando a todos, vengan de donde vengan, dejando de lado las etiquetas y las exclusiones.
En todo este tiempo al lado de la gente, hemos puesto la cara y el pecho todos los días, todos los días del año, para tratar de solucionar desde los más grandes, hasta los más pequeños problemas de nuestros conciudadanos.
Y eso se hace de cara a la sociedad, no solapándose en actitudes mezquinas, mal intencionadas que sólo generan confusiones y rumorologías.
Hablar con la verdad es comunicar las cifras, pero las cifras reales, y también hablar de los obstáculos que encontramos, decirles que la situación requiere del aporte de todos. Es convocar a participar para que todos colaboremos juntos en la tarea del cambio. Es reconocer que este camino conlleva dificultades y tomar las medidas para cuidar a los que más sufren.
Tenemos que hacernos cargo de nuestros problemas y dar respuestas contundentes que exigen un cambio de mentalidad y una nueva manera de vincularnos. Lo que complica nuestro desarrollo son nuestras propias limitaciones, nuestra tendencia a empantanarnos en problemas y rechazar las soluciones posibles.
Estamos gobernando con firmeza y decisión. Hay que acabar con el enfrentamiento que nos ha estancado y dar paso a una cultura del diálogo, de comprensión, de trabajo y de legalidad.
Nosotros estamos en este camino y debemos fortalecer nuestra actitud.
Estamos construyendo la estructura fundamental de un Quintana Roo que nos contenga a todos, a los ciudadanos del presente y a los ciudadanos del futuro.
Señoras y Señores:
Estoy convencido que hay una sola manera de hacer política, que es trabajar, trabajar y trabajar.
Que hay una sola manera de celebrar el aniversario de nuestro estado que es trabajando y trabajando.
Que hay un futuro al que vale la pena apostar y tenemos claro que el objetivo es consolidar el modelo de desarrollo incluyente que queremos para Quintana Roo.
Porque el desafío es posible, sigamos colaborando unos con otros, con la humildad y la madurez de entender que el cambio se logra juntos, día a día. Somos muchos los que estamos dispuestos a destinar nuestro esfuerzo a nuestros hijos y a nuestros nietos.
El cambio comenzó, está aquí entre nosotros y no es propiedad de un gobierno, no es propiedad de un grupo, no es propiedad de una persona es de todos los quintanarroenses que tenemos derecho a vivir mejor y yo les pido, no aflojemos. No bajemos los brazos, no nos demos por vencidos ratifiquemos nuestra convicción por cambiar.
No escuchemos las voces de aquellos que nos quieren desanimar, que quieren seguir teniendo impunidad porque ni siquiera tienen la vergüenza de hacer autocrítica de lo que han hecho en el pasado.
Sigamos luchando por consolidar el cambio porque cada uno de nosotros somos un Andrés Quintana Roo, libertarios, justicieros y trabajadores con valor y gallardía quintanarroense.
Feliz cumpleaños Quintana Roo.
Muchas gracias.