*Más de 60 personas se capacitaron en Kampocolché, municipio de Felipe Carrillo Puerto, en urdido de hamacas
*El Gobierno del Estado ha destinado más recursos para insumos y lentes para el cuidado de la salud visual
Chetumal.- Con cursos más cursos de capacitación dirigidos a los artesanos, como la señora Lidia Chulim May, de la localidad de Francisco May, en Tulum, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDE), impulsa el desarrollo económico en las comunidades rurales.
Lidia Chulim, quien empezó a hurdir hamacas desde que tenía 10 años de edad, comentó que la SEDE la invitó a participar en la “Capacitación Integral para el Fortalecimiento Productivo para Artesanas Urdidoras de Hamacas”, que se realizó del 15 al 29 de octubre en la comunidad de Kampocolché, municipio de Felipe Carrillo Puerto.
Los cursos para los artesanos son impulsados por el gobernador Carlos Joaquín para mejorar la calidad de vida de las personas y la economía se refleje en sus bolsillos. Mediante la capacitación mujeres y hombres pueden elaborar artículos mejor cotizados en el mercado turístico, lo que contribuye a disminuir la desigualdad con la mejora de su economía.
En el curso impartido en Kampocolché, se invirtieron más de 80 mil pesos. Duró 40 horas y contó con la participación de más de 60 personas. Se tenían inscritos a 53 interesados, pero el día del evento llegaron más y a todos se les atendió. Se pusieron bastidores e hilos para que practicar las puntadas que se les enseñaban.
Para estimular la actividad artesanal en Quintana Roo, a través de la SEDE, el Gobierno del Estado ha invertido en insumos más de 634 mil 899 pesos para beneficio de 216 artesanos Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Lázaro Cárdenas, Othón P. Blanco y Tulum, y más de 229 mil 500 pesos en dotación de lentes para el cuidado de la salud visual de 270 productores. El manejo honesto de los recursos permite atender a más personas, pero falta mucho por hacer.
“En mi caso, la mayoría de mi familia se dedica a las artesanías, hacemos desde urdido de hamaca hasta tallado de madera. Somos 10 personas ente mi mamá, mis hermanos y mis sobrinos”, explicó Lidia Chulim May.
“Nosotros empezamos vendiendo de casa en casa, luego en algunas tiendas y, cuando tuvimos oportunidad, conseguimos un espacio en Calica, cuando aún era puerto y llegaban los cruceros. Ahorita, estamos en un puesto ubicado entre Tulum y Cobá, que es paso de la gente que se detiene a ver los productos”, mencionó.
La artesana agregó que los precios de las hamacas dependen de los tipos de tejido. La puntada básica es la de agua y las hamacas matrimoniales de ese tipo se pueden vender hasta en mil 200 pesos, pero si tiene una puntada más detallada puede costar hasta tres mil pesos, porque lleva más tiempo y materiales realizarla.