-En su participación a través de la SEMA en Conferencia Nacional de Etanol en Estados Unidos
San Diego, California, Estados Unidos.- Con el objetivo de hacer un diagnóstico de factibilidad para producir etanol a partir de la caña de azúcar que se produce en la zona sur Quintana Roo, la titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), Huguette Hernández Gómez, asistió a la Conferencia Nacional de Etanol (NEC por siglas en inglés) que se realizó en la Unión Americana.
“Estamos dando seguimiento al Memorando de Entendimiento (MOU) que se firmó con el Consejo Norteamericano de Granos (U.S. Grains Council), acudimos con la comitiva de América Latina para explorar los principales puntos de la cadena de producción y mezcla de bioetanol como componente de la gasolina para alcanzar un futuro sostenible” dijo Huguette Hernández.
Como parte del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo que promueve la gobernadora Mara Lezama Espinosa, se busca generar oportunidades y crecimiento económico sostenido a través de programas y políticas orientadas al desarrollo y diversificación económica.
Para ello, se llevaron a cabo reuniones con diversas empresas para trabajar de manera coordinada y realizar actividades conjuntas para crear conciencia entre los actores públicos y privados sobre la participación de los gobiernos subnacionales y sectores productivos respecto a reducir la intensidad de carbono en los combustibles de transporte, teniéndose al etanol como parte de la solución, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, partículas y emisiones tóxicas.
En Quintana Roo se tiene una gran siembra de caña de azúcar que se puede aprovechar para la producción de etanol y obtener beneficios económicos complementarios al proceso tradicional de la transformación de la caña de azúcar; así como ventajas sociales, de salud pública, de autosuficiencia energética y sobre todo de cuidado del medio ambiente, detalló la titular de la SEMA.
El Programa Nacional de la Agroindustria de la Caña de Azúcar es un gran paso para la adopción de combustibles modernos en México que se podrán producir con caña de azúcar, generando bienestar en un sector de la población rural que tendrá acceso a mercados energéticos con sus productos.