* UNEME CISAME aplica la guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad
Chetumal.- Para reducir los factores de riesgo del desarrollo de enfermedades como el Alzheimer en los adultos mayores, la Secretaría de Salud de Quintana Roo fomenta los estilos de vida saludables como una alimentación que incluya más frutas y verduras, el consumo de agua simple potable o purificada y la práctica de la activación física por al menos 30 minutos diariamente, señaló su titular Alejandra Aguirre Crespo.
Detalló que entre los principales factores de riesgo del desarrollo de esta enfermedad están la hipertensión arterial, el colesterol alto, el tabaquismo y el sedentarismo. En la actualidad no existe tratamiento o cura para el Alzheimer, sin embargo tener hábitos de vida saludables, la lectura de libros, aprender cosas nuevas, como estudiar un idioma diferente al propio podría protegernos de la enfermedad o retrasar su aparición.
Explicó que esta enfermedad atrofia las funciones cerebrales de las personas, especialmente en los adultos mayores; en un principio afecta la memoria a corto plazo, figuran los olvidos, problemas de orientación haciendo que la persona tenga dificultades para hacer sus tareas cotidianas como el preparar algún alimento sencillo, recordar que día u hora es, no saber cómo responder el teléfono celular o cómo utilizar la lavadora o el microondas.
En caso de alguno de estos síntomas aconsejó acudir a las Unidades de Especialidad Médica Centros Integrales de Salud Mental (UNEME CISAME) para recibir atención gratuita especializada. Con estos servicios, sin costo alguno, se cumple la encomienda del gobernador Carlos Joaquín de asegurar a los grupos vulnerables más y mejores oportunidades de acceso a los servicios de salud.
Hizo notar que en estas unidades de salud se aplica la guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento del Alzheimer, enfermedad mental que en el presente siglo ha incrementado su incidencia en todo el mundo siendo cada vez más frecuente su diagnóstico y que no solo afecta al paciente sino que a su familia y entorno más cercano. De enero a septiembre se atendieron a 162 personas de la tercera edad de los cuales 5 fueron diagnosticados con esta enfermedad.