Buenas tardes, antes de empezar nomás imagínense si no hubiera cambio, cuándo un Gobernador iba a sentar aquí a escuchar todos los comentarios de las y los diputados, aunque tengamos datos diferentes.
Saludo al doctor Víctor Villalobos Arámbula, Secretario de Agricultura, de Desarrollo Rural en representación del señor Presidente de la República don Manuel López Obrador, bienvenido.
Saludo a la diputada Mildred Ávila, Presidenta de la Mesa Directiva del tercer año del Ejercicio Constitucional de esta XVII Legislatura del estado Libre y Soberano de Quintana Roo.
Saludo al diputado Renán Eduardo Sánchez Tajonar, Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de esta XVII Legislatura del estado y saludo y agradezco que me reciban aquí a las y los diputados de esta Legislatura del estado.
Saluda la Magistrado Heyden Cebada, Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, así como a todas las magistradas y magistrados, consejeras y consejeros del Tribunal Superior de Justicia de nuestro estado.
Saludo a la Gobernadora Electa en Quintana Roo la licenciada Mara Lezama, al general Homero Mendoza Ruiz comandante de la Décima Región Militar, el general Alberto Román González, coordinador estatal de la Guardia Nacional, al general Héctor Jiménez Aldana comandante de la 34 Zona Militar, bienvenido general a Quintana Roo. Al vicealmirante Enrique Flores Morado comandante de la Novena Región Naval.
Saludo a mi amiga María Eugenia Campos, gobernadora de Chihuahua.
Al señor Gobernador de Aguascalientes don Martín Orozco, al ingeniero Armando Colet, coordinador general de la Oficina de la gobernadora de Campeche en representación de la gobernadora.
Saludo a los presidentes municipales de Bacalar, de Benito Juárez, de Cozumel, de Felipe Carrillo Puerto, de Isla Mujeres. de José María Morelos, de Lázaro Cárdenas, de Puerto Morelos, de Othón P. Blanco, de Tulum y de Solidaridad, bienvenidas y bienvenidos.
A los señores ex gobernadores del estado don Joaquín Hendricks y al licenciado Alejandro Alamilla representando a don Mario Villanueva, bienvenidos.
Saludo a mi familia a Gaby Rejón de Joaquín mi esposa, a mi hija, a mis hijos, a mi señora madre, y a toda mi familia que hay varios aquí, bienvenidos.
A don Simón Caamal, Presidente del Gran Consejo Maya, bienvenidos igual que a todos los dignatarios mayas que nos acompañan, gracias.
Saludo a don Arturo Abreu, coordinador de los programas de Bienestar del Gobierno de México, gusto saludar también coordinador.
Al señor Fiscal del Estado, don Óscar Montes de Oca, saludo a don Alberto Medina representante de la oficina del licenciado Adán Augusto López de la Secretaría de Gobernación.
A los integrantes del gabinete legal y ampliado, presidentes y representantes de cámaras empresariales, presidentes y representantes de los partidos políticos, miembros de los medios de comunicación, señoras y señores:
Representa para mí un honor estar hoy, en el Congreso del Estado, ante esta Decimoséptima Legislatura, para entregarles mi último informe de resultados y hablarles con el mismo sentimiento democrático que cuando lo hice por primera vez en septiembre de 2016.
Ese día dije que las y los quintanarroenses habíamos decidido iniciar un nuevo ciclo en nuestro devenir histórico.
Una etapa que ponía en el centro del gobierno al empoderamiento de la ciudadanía.
La recuperación de los valores de la democracia.
Y el fortalecimiento de sus instituciones que tanto se habían castigado.
Y es por ello por lo que desde el primer día de nuestro gobierno decidimos dejar de empujar los problemas para adelante y que los resolviera el que sigue, para empezar a mirar de frente nuestras realidades y trabajar por sus soluciones.
Entendimos que sólo juntas y juntos, gobierno y sociedad podíamos vencer todos nuestros retos.
¡Contra viento y marea!
Iniciamos la enorme tarea de reconstruir a Quintana Roo desde sus cimientos.
Queríamos ponerlo a tiempo con los tiempos.
Encontramos el gobierno hecho un desastre con una crisis financiera y de gobernabilidad de una magnitud insospechada que debíamos enfrentar.
Y cuyo diagnóstico inicial nos hizo trazar y definir los grandes retos que nos deparaban.
Partíamos de un autoritarismo sin medida que había afectado a todos los ámbitos de la vida pública y privada.
La palabra democracia no existía en Quintana Roo y el desmantelamiento de sus instituciones debilitó sus más básicas funciones, generando abusos, omisiones, y corrupción que provocaban la desconfianza y el rechazo de la ciudadanía.
El desprecio por el estado de derecho llegó a tal punto que se violaban permanentemente los principios fundamentales de legalidad individual y colectiva.
Y por eso nos encontramos con una clara división entre quienes querían vivir en Quintana Roo, y quienes querían seguir viviendo de Quintana Roo.
Contar con los últimos seis años de la historia del estado, no es fácil; entraña el esfuerzo de un pueblo que quería volver a creer y confiar.
Que había padecido abusos y que cargaba muchos lastres producto de los malos gobiernos que generaron inestabilidad, endeudamiento y más pobreza.
Es así que en mi última comparecencia ante esta legislatura vengo a rendir cuentas a las y los quintanarroenses de estos seis años en la que nos propusimos dejar un legado para la transformación definitiva de nuestro estado.
Enfrentando además desastres naturales, superación de la pandemia, una crisis económica jamás vivida.
Así como la recuperación y generación de nuevos empleos y la ejecución de una serie de obras y reformas fundamentales para el crecimiento de nuestro estado.
Para poner orden, para la buena operación de las instituciones y para el saneamiento de las finanzas.
En estos seis años de gobierno donde vivimos cuatro procesos electorales en los que jamás hubo intervención del estado, ni manipulación de resultados o alteración de actas.
Siempre se respetó la autoridad electoral.
Ganó y gobernó quien tenía que hacerlo por la voluntad popular.
Mi mandato surgió de la trascendente elección ciudadana del 2016.
Fue un nuevo momento fundacional.
Pues no sólo se trató de la sustitución de un gobierno o de un partido gobernante.
El cambio no fue, ni es político.
Es cultural.
Es mucho más profundo que un cambio ideológico.
Surgió de una sociedad que se había transformado.
En la que las nuevas generaciones tenían nuevos valores y una forma de comunicación más interconectada y activa.
Que quería participar más y ser protagonista de su propia historia, sobre todo las mujeres.
Una sociedad que ya no se sentía visibilizada ni representada, pero que estaba decidida a determinar su futuro.
Una sociedad que quería romper las vallas que la separaban de sus autoridades
Y con esa decisión, el pueblo dejó claro como quería ser gobernado:
Con democracia, diálogo, rendición de cuentas, con respeto a los derechos humanos, a la diversidad, a la equidad de género y en un pleno estado de derecho.
Porque como dijera el gran Octavio Paz, “la democracia sin libertad, es despotismo; la libertad sin democracia, no existe, es una quimera”.
Hoy somos testigos de este nuevo tiempo democrático.
7 de los 11 municipios son gobernados por mujeres.
El Congreso lleva dos legislaturas consecutivas con mayoría de mujeres diputadas, por eso esta soberanía.
Y por primera vez en la historia de Quintana Roo, tenemos una gobernadora electa Mara Lezama a quien saludo.
De este tamaño fue el cambio experimentado en Quintana Roo.
Y no es reversible.
Porque las decisiones que tomó la mayoría ciudadana en 2016.
Establecieron su desenvolvimiento actual, y el rumbo que ha de seguir su historia.
¡¡¡Con determinación de cambio Juntos Salimos Adelante!!!
El futuro nos deparaba enormes desafíos.
Habíamos decidido cambiar y unidos hacernos cargo de los problemas a resolver.
Teníamos que demostrar que en democracia éramos capaces de construir nuestro propio devenir.
Ello conlleva a la responsabilidad de caminar al paso con todas y todos.
Implica tener la paciencia y la prudencia de manejar los tiempos.
Que lo urgente no acote lo importante.
Dialogar continuamente, confiar en nosotros mismos y trabajar sin descanso.
Y esa fue la clave para enfrentar en conjunto esos enormes desafíos que el porvenir traía consigo.
No solo por la magnitud que esos retos que tuvieron en sí mismos, sino por su impacto.
Juntos hemos tenido que trabajar para enfrentar:
El mayor quebranto financiero de la historia del estado.
Una administración pública desorganizada, turbia, sin recursos y alejada de la población.
La más beligerante contraofensiva de la delincuencia que se negaba a perder su control.
El más grave desplome económico en la historia de Quintana Roo.
El mayor número de huracanes y tormentas tropicales en un sexenio.
Un entorno político electoral intenso por el mayor número de procesos electorales en una administración.
Y la pandemia de mayor impacto en nuestra generación.
Juntas y juntos hemos logrado superar estas adversidades.
Aprendimos que, con razones y argumentos, podemos ponernos de acuerdo, quienes no pensamos igual.
Que la tolerancia y el diálogo son fundamentales para convivir.
Hoy, me honra ser testigo de cómo en estos seis años las y los quintanarroenses decidieron hacer valer y en total libertad, el empoderamiento de la ciudadanía.
Y del fortalecimiento de una vida colectiva, respetuosa, solidaria, pacífica e incluyente.
Caminar juntos nos permitió, cimentar las bases de un nuevo paradigma en el estado:
El de la convivencia por un bien común y eso significa mucho más que una bandera política, un color partidista o un proceso electoral coyuntural.
Disminuir la desigualdad, recuperar nuestra tranquilidad, combatir la corrupción, promover un crecimiento económico ordenado sustentable y generar empleos mejor pagados fue nuestra bandera.
Sabíamos que era un proceso que llevaría tiempo por las evidentes desigualdades existentes entre los que cuentan con un empleo y los que carecen de él.
O las marcadas diferencias que se presentaban entre el desarrollo del norte del estado con el rezago histórico de la zona Maya y el estancamiento del sur.
Hoy estamos muy conscientes que lo peor ya pasó y las transformaciones que hicimos empiezan a dar frutos y a sentirse.
Elegimos el camino del cambio de forma gradual, un camino en el que con mucho esfuerzo y con determinación de cambio, ¡¡Juntos Salimos Adelante!!
En este contexto, nuestra agenda de trabajo trajo desafíos muy concretos para crecer.
Fuimos un gobierno al servicio de la gente.
Un estado moderno y facilitador, que brindó las herramientas para mejorar vidas y obligar a los funcionarios a rendir cuentas.
En estos seis años las y los funcionarios nos pusimos límites como nunca antes para garantizar que no estamos aquí para beneficiarnos.
Después de décadas de desorden, llegó el momento de poner seriedad en nuestras cuentas y en el equilibrio fiscal.
Partimos de una insultante deuda pública heredada, contraída a largo plazo.
En seis años no sólo hemos logrado contenerla sino que la hemos colocado en una senda sostenible con una recuperación en la generación de ingresos propios y un control adecuado en el gasto.
En diciembre de 2016, la deuda por habitante de la entidad ascendía a 13 mil 512 pesos, mientras que en estos seis años descendió a 9 mil 611 pesos de acuerdo con información que hoy brinda la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
El crecimiento proyectado del Producto Interno Bruto estatal para este 2022 es de 12.58%, que nos sitúa en el mayor del país.
Cubrimos adeudos pendientes por 2 mil 700 millones al Issste, Fovissste y otras dependencias de salarios retenidos a nuestros trabajadores que no se habían pagado, poniendo en riesgo su patrimonio.
En transparencia y lucha contra la corrupción
Quintana Roo mejoró las posiciones y calificaciones del barómetro de información fiscal y subimos del lugar número 32 en el 2016 al 1er lugar en 2022.
En el Índice de Calidad en la Información pasamos de una calificación de 59.75 en 2015 a 99.7 en 2021.
Y recuperamos a valores actuales el equivalente a 6 mil millones de pesos de bienes producto de la corrupción.
La pandemia implicó que perdiéramos en pocas semanas casi 100 mil empleos. Hoy ya nos recuperamos al 100%.
En seis años el número de trabajadores con empleo formal aumentó un 25.7% y en casi un 50% el número de empresas registradas ante el IMSS.
Somos el estado número uno en el país en la generación de empleo y, para los datos equivocados, el tercer lugar de acuerdo en Coneval en la última medición en reducir la pobreza laboral.
En estos seis años Quintana Roo consolidó su liderazgo turístico batiendo muchos récords:
3 aeropuertos internacionales y uno en construcción.
125 mil 481 cuartos de hotel.
Ocupaciones promedio de nuestros destinos superiores al 80%.
Un promedio de casi 18 millones anuales.
Casi 104 millones de visitantes en los seis años de esta administración.
Una derrama económica promedio de 11 mil 500 millones de dólares.
En turismo de cruceros Cozumel y Mahahual siguen siendo líderes mundiales.
Y el Tren Maya que será el detonador del crecimiento del sureste del país.
El año pasado aportamos a México el 35.5% de las divisas que genera el turismo y en el primer semestre de este año 2022, hemos incrementado esa cifra al 45%.
En esta administración se crearon 6 mil 496 nuevas empresas y 6 mil 834 nuevos establecimientos de todos los giros comerciales abrieron sus puertas.
Apostamos a la economía de nuestras comunidades rurales y pueblos indígenas, luego de años de olvido, con programas de apoyo al campo con innovación tecnológica, como la construcción de caminos saca cosechas y apoyos a la comercialización de sus cultivos.
El programa de “Permacultura” hoy beneficia a más de 3 mil mujeres del estado, con la producción de cultivos y el acceso a ingresos propios.
En materia agrícola alcanzamos estar en los primeros 10 lugares en la producción de pitahaya, chile habanero, piña, miel y caña de azúcar.
La ganadería experimentó un incremento de 22% en la producción de ovinos en pie y nuestro hato ganadero incrementó un 16%.
Estas acciones sumadas al impulso de las marcas Moda Maya y Hecho en Quintana Roo generan beneficios para los artesanos del estado.
Instalamos el Parque Industrial Quintana Roo con Recinto Fiscalizado Estratégico que marcará un nuevo momento del sur del estado y promueve la industrialización, la atracción de nuevas inversiones y la apertura al comercio exterior en una interrelación comercial con Centroamérica y el Caribe, ayer firmamos un acuerdo con Belice.
Y la futura Central de Abastos tendrá un papel esencial en vincular la producción del campo con los compradores y consumidores.
Ampliamos la protección y preservación de nuestro medio ambiente.
En 6 años de gobierno logramos que 65% del territorio estatal estén bajo programas de ordenamiento y planeación.
Hoy 150 kilómetros de ecosistemas costeros, principalmente de arrecifes de coral, cuenta con una póliza de protección contra huracanes. Y hemos recolectado más de 360 mil toneladas de sargazo.
Trabajamos con la necesidad de avanzar hacia sociedades más igualitarias, solidarias e inclusivas, sin dejar a nadie atrás, y sin discriminaciones de ningún tipo.
En 2016, había 277 mil personas con carencia por calidad y espacios en la vivienda, que representaban el 17% de la población.
Con la construcción de piso firme, estufas ecológicas y ecotecnologías. Hoy nuestro estado ocupa el primer lugar nacional al pasar del 21% al 14.2%, datos de Coneval.
Distribuimos casi 1 millón y medio de apoyos para combatir la carencia alimentaria,
Implementamos un sistema eléctrico renovable y sustentable en Punta Allen mediante la generación de energías limpias.
Construimos la primera Fábrica de Artes y Oficios (FARO) en Cancún.
En educación:
Trabajamos para que todas las niñas, niños y jóvenes tuvieran un espacio digno y seguro donde estudiar, con maestras y maestros actualizados.
Construimos 41 escuelas, 616 aulas y 419 anexos.
La estrategia S.O.S Educación Quintana Roo para atender y prevenir el abandono escolar ha sido un referente nacional.
Iniciamos este gobierno con un déficit de 3 mil jóvenes que no contaban con un espacio para estudiar el bachillerato. Gracias a la Prepa Modular que es una iniciativa del estado y modelo nacional, ya alcanzamos el 100% de cobertura en educación media superior.
Hoy, en Quintana Roo, cada joven que egresa de secundaria cuenta con un espacio para educarse.
En salud:
En 2016, el estado contaba con 10 hospitales, hoy disponemos de 3 más, uno de ellos de tercer nivel, el Oncológico que pronto entrará en funcionamiento.
Gracias al programa “Médico en tu Casa”, el 100% de la población cuenta con acceso a servicios de salud.
Durante la pandemia de covid crecimos el número de camas de hospitalización de 300 a 1000 camas.
Mantuvimos la acreditación del 100% de las unidades de primer nivel de atención, 100% de la UNEMES y servicios en unidades de segundo nivel.
Trabajamos para que la gente viva mejor con obras de infraestructura de servicios básicos que estaban muy rezagados.
La inversión de obras públicas en el sur del estado ocupó un 60% del total de la inversión ejercida.
Modernizamos el Boulevard Bahía, recuperamos la biblioteca Javier Rojo Gómez
en Chetumal.
La construcción del Parque de la Equidad de la ciudad de Cancún y el Parque Corazón en Cozumel.
La modernización del boulevard costero de la ciudad de Bacalar.
Mención especial merece el puente de la Laguna Nichupté, una obra de casi 9km que gestionamos con el gobierno federal y que cumplirá un viejo anhelo de los cancunenses.
Incrementamos la cobertura de agua potable en un 95.9% y a un 76 por ciento en drenaje sanitario y saneamiento.
Las y los quintanarroenses queremos vivir en paz.
Queremos salir a la calle sin miedo y que nuestros hijos vivan tranquilos.
En 2016 solo el 28 % de nuestra fuerza policial estaba certificado, hoy el 88.9 % de nuestros policías está evaluado y cuenta con el Certificado Único Policial.
Incrementamos en un 45.82 por ciento el estado de fuerza.
A nuestra llegada había nula inversión en tecnología, actualmente contamos con más de 2,250 cámaras de videovigilancia en todo el estado,
Encontramos que para todo Quintana Roo había 25 patrullas y hoy tenemos casi 500.
Construimos el C5, el más moderno Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad, de América Latina.
Y construimos la Base de Policía Militar que hoy es sede de la Guardia Nacional.
Y aunque jamás estaremos satisfechos, los números marcan una considerable disminución de los delitos de homicidio, secuestro y robo a negocio.
Los datos son claros y contundentes, y si pudimos en estos seis años mejorar todos los índices comparativos, es porque lo que hicimos juntos va funcionando.
Los invito a sentirse parte de esta generación que ha cambiado Quintana Roo para siempre, porque los únicos enemigos que podemos tener son la resignación y la indiferencia.
Porque
¡¡¡con determinación de cambio Juntos Salimos Adelante!!
Ser gobernador significó empeñarme diariamente en cumplir con las aspiraciones y expectativas del pueblo que me eligió.
Oír a ese pueblo, respetarlo y acompañarlo hacia el mejor destino posible fue mi mayor reto.
En el transcurso de mi carrera, he tenido la oportunidad de ejercer diversas responsabilidades de elección popular y administrativas.
En todas ellas siempre he encontrado un mismo hilo conductor: estar cerca a la gente, que es la mejor forma de aprender.
Lo primero que se aprende al gobernar es que más que decir hay que hacer y que más que hacer hay que dejar algo tangible.
No creo que alguien pueda gobernar sin escuchar y sin valorar lo que piensa la ciudadanía, aún cuando estemos seguros de haber tomado las decisiones correctas.
Nuestros seis años al frente del gobierno de Quintana Roo fueron un ejercicio diario de aprendizaje y de desafíos.
Nos motivaba la ferviente convicción de que la fuerza del gobierno pertenece a la comunidad y a los ciudadanos.
Y el gobernar junto a la gente, no ofrece panaceas listas para usar, ni fórmulas mágicas.
Permite coadyuvar visiones, abrir el debate y fomentar el análisis a fin de intentar dilucidar las causas de los problemas a los que nos enfrentamos y descubrir los medios para resolverlos.
Sabemos que la democracia es por naturaleza imperfecta y vulnerable, ya que somos hombres y mujeres imperfectos quienes la construimos.
Sin embargo, es obligación de cualquier gobernante ejercer el poder sabiendo siempre que este cargo no será perpetuo y tiene fecha de expiración.
Estamos conscientes de que a todas y todos nos hubiese gustado ir más rápido en la solución de los problemas.
No elegimos los tiempos, y tampoco las circunstancias, pero sí podemos estar seguros de la conducta por la que seremos evaluados cuando salgamos del gobierno.
Porque en estos seis años construimos una sociedad de convicciones y conductas democráticas, republicanas, libertarias y pluralistas, con una adhesión irrestricta a los derechos humanos.
Vivimos con el despliegue más grande de libertades personales que jamás hayamos tenido en nuestra historia: libertad para pensar, para opinar, para crear, para decidir nuestro destino.
Hoy tenemos una mirada más amplia, capaz de ver más cosas y de ver más lejos.
Quintana Roo es una tierra de fronteras abiertas, que se relaciona económica, política y culturalmente con todos.
A pesar de los difíciles tiempos vividos, dejamos una economía que crece, y crece sólidamente.
A partir de nuestro liderazgo turístico de clase mundial, con la generación de empleos y con evidencias irrefutables de mejoría en desarrollo social.
En la distribución de las oportunidades de educación, en salud, en el acceso a bienes y servicios, transparencia y lucha contra la corrupción.
Pero, por sobre todas las cosas, hoy tenemos un pueblo más sabio, más maduro. Un pueblo que aprendió a creer en sí mismo y que ve con orgullo lo que entre todos hemos sido capaces de realizar.
Y que quiso enterrar para siempre los gobiernos omnipotentes.
Por eso no podemos ni pretendemos tener una visión triunfalista, sino de compromiso y de responsabilidad con aquellos quienes nos dieron su confianza hace seis años y que día con día nos estuvieron vigilando, examinando, apoyando e impulsando.
Eso habla de una sociedad más comprometida y colaborativa, de democracia permanente, que hace que juntas y juntos tomemos decisiones y que juntos construyamos nuestro entorno.
Porque no hay nada que las y los quintanarroenses no podamos lograr cuando nos unimos por una causa y nos escuchamos unos a otros.
Cada persona que conocí a lo largo y ancho de estos seis años como gobernador, sin importar su clase social, profesión o estatus, me hicieron un hombre más sensible, más libre y consciente de la realidad y del entorno donde vivimos.
Entendí que, para hablar de democracia, hay que ser demócrata y para hablar de sociedad hay que ser ciudadano.
Los gobiernos tienen un ciclo de vida durante el cual pueden marcar un antes y un después a partir de su desempeño, de su gestión y de sus resultados.
Sin embargo, dejar una huella en la historia de este territorio y en la memoria de sus habitantes requiere no sólo de visión sino de capacidad de acción.
Ninguna fuerza política o social es dueña de la bandera de la legalidad y la institucionalidad.
Por el contrario, se trata de una conquista de todas y todos los quintanarroenses y de una responsabilidad compartida entre autoridades y sociedad civil.
En estos seis años, en el ejercicio de esta responsabilidad, los tres poderes y las instituciones del estado actuamos con total independencia, con un respeto mutuo y en colaboración para consolidar una cultura de la legalidad.
Haber actuado guiados por esa convicción ha sido el mayor legado que podemos dejar como servidores públicos.
Por ello, hoy tenemos todas las razones para confiar en el futuro. Un futuro que será mejor para todos.
Un futuro lleno de oportunidades, de crecimiento, desarrollo y modernidad.
Quintana Roo en estos seis años comenzó la construcción de un futuro digno para esta generación y para las próximas que vienen.
¿Y saben por qué lo digo?
Porque todas y todos los que estamos aquí amamos a Quintana Roo y las y los quintanarroenses que con su fortaleza y tenacidad son el motivo por el que confío y tengo tanta esperanza en ese futuro.
Porque todo ha sido por ustedes y porque siempre creí en nosotros.
Y hoy, somos más de 2 millones de habitantes las y los protagonistas de esta historia que empezó hace seis años.
Señoras y señores:
Aún tenemos muchos retos pendientes; retos en materia de seguridad, de desarrollo, de lucha contra la desigualdad, pero hoy podemos mirar atrás y comprobar que hemos recorrido un camino promisorio y esperanzador.
Por eso hoy, con todo respeto y humildad puedo estar aquí junto a mi familia, mirándoles de frente y decirles que me despido con las manos y la conciencia limpias.
Con la confianza de haber dado lo mejor de mi vida para que Quintana Roo sea un estado fuerte, de más y mejores oportunidades.
Y cuando ya no ocupe este cargo, estaré caminando junto a cada una y cada uno de ustedes como ciudadano, con la determinación de que, si juntos vencimos cualquier adversidad, juntas y juntos, contra viento y marea siempre saldremos adelante.
Quiero saludar a las diputadas y diputados federales que me acompañan, muchas gracias a todas y todos.
Durante toda mi trayectoria profesional siempre he valorado el trabajo y la entrega de mis colaboradores.
Soy un hombre de equipo, que reconoce el valor que tiene contar con un grupo de personas que compartan la visión y los valores.
Quiero expresar mi más amplio reconocimiento a las y los miembros de mi gabinete.
A todas y todos les digo que ha sido un privilegio compartir la visión de un Quintana Roo con más y mejores oportunidades
Mi agradecimiento permanente a todos los miembros de la Mesa de Coordinación en Materia de Seguridad del estado.
A las y los presidentes municipales de las tres administraciones con las que me tocó trabajar, les agradezco su permanente colaboración, trabajo en equipo, pluralismo y espíritu democrático, para construir juntas y juntos un mejor Quintana Roo.
Al señor Presidente de la República don Andrés Manuel López Obrador, señor secretario llévele mis saludos y mi agradecimiento por su apoyo a nuestro estado y a las autoridades federales, les agradezco la oportunidad de trabajar juntos por el mayor proyecto del bien común que puede plantearse nuestro país.
Por eso lo he señalado en varias oportunidades.
La transformación es una responsabilidad que debemos asumir todas y todos y entre todas y todos.
Aquí no hay otro espacio que el de trabajar de la mano.
Y no existe nada que nos impida afianzar una alianza permanente con el propósito común de avanzar en el bienestar de nuestra gente con respuestas concretas y resultados.
No importa que hoy gobierne uno y mañana sea otro, eso lo decide la ciudadanía.
Lo importante es que al que no le toca gobernar pueda cumplir con la tarea de control que le corresponde a la oposición.
Pero también a esa tarea de control debe sumarse un espacio generador de ideas, que salga de la crítica destructiva para convertirse en una oposición constructiva.
Que, con los matices que sean necesarios, exprese realmente las posiciones que tenemos ante realidades que nos aquejan, porque ese debate, esa deliberación, le hace falta a nuestro estado.
La política no es una competencia entre dirigentes.
La política es la suma de voluntades de un trabajo en equipo que da frutos y resultados.
Porque para caminar juntos no hizo falta que dejáramos de lado nuestras ideas y pensamientos.
Todas ellas las pusimos al servicio de un proyecto común llamado Quintana Roo, donde el diálogo construyó consensos.
Con determinación, firmeza y esperanza, otros tiempos de Quintana Roo están por venir.
A mi sucesora, la gobernadora electa Mara Lezama, con quien en el marco de la más amplia democracia y civilidad republicana estamos trabajando de la mano con el objetivo de generar una transición en paz, eficiente y transparente.
Le deseo el mayor de los éxitos en su gestión porque sé de su capacidad y amor por Quintana Roo.
Sólo me resta invitarles a seguir siendo una sociedad crítica, pero sobre todo participativa;
Una sociedad de retos, pero también de compromisos.
Cualquiera que sea la creencia política, nuestro destino colectivo depende de la voluntad que tengamos para cambiar las cosas.
En una democracia, se ejerce el mandato del pueblo soberano, ante el cual uno es responsable día a día y para mí fue un acto de servicio y un honor ser su gobernador.
Gracias a mi familia por su confianza, por su apoyo incondicional y por estar siempre conmigo en estos años, muchas gracias.
Gracias, Quintana Roo, por haberme dado un lugar en tu historia.
Gracias Quintana Roo, por haberme dado un espacio en tu nuevo renacer.
El cambio empezó hace seis años y hoy marca un nuevo rumbo.
Contra viento y marea superamos las adversidades.
Hoy avanzamos con las velas desplegadas y con el viento en popa.
!Y con determinación de cambio Juntos Salimos Adelante!